Hermoso sería arriesgarse y que todo salga bien.

Capitulo XI

    1 mes después...

     -¡Jack levántate, se nos hace tarde! -ese es mi nuevo despertador edición limitada, Ashley.

     -Ya voy amor -había dormido un par de horas con suerte.

     Ashley corría de un lugar a otro, buscando un collar que le quede bien, viendo cuál labial le quedaba mejor con su vestido, hasta llamó a una amiga para que la vaya a peinar.

     -¿Ashley dónde está mi traje? -sí, no soy muy útil en casa que digamos.

     -¡Ay Jack!, está encima de la silla del living -ya estaba acabando con su paciencia, mi plan va bien.

     Me arreglé y en menos de 10 minutos ya estaba listo, en cambio Ashley, seguía de lado a lado y estaba igual que hace una hora.

     -¡Ashley!

     -¡¿Qué quieres Jack?! -ahora sí que estaba molesta.

     -Te amo Rosetta -sonreí y la besé.

     -También yo amor -me besó y sonrió- ¿puedes ayudarme con el vestido?.

     Sacó dos vestidos del ropero, uno negro, ajustado al cuerpo y el otro era color turquesa, ajustado en la parte de arriba y abajo suelto. Se probó primero el negro.

     -¿Que tal? -mierda, si que se veía hermosa.

     -Perfecta, quédate con ese.

     -Pero Jack aún no vez el otro -se quitó el vestido para probarse el turquesa.

     -Espera espera, ¿no te apetece quedarte así? -la miré a flor de piel, sacándome incondicionalmente una sonrisa. Me puse de pie y me acerqué a ella, la rocé lentamente por su cintura desnuda, erizándola y generando un hormigueo en su cuerpo, mis labios se calaron en los suyos y nuestras lenguas danzaron, dándole tiempo a nuestras manos de recorrernos lentamente.

     -Créeme que si no fuera la boda de Sam y Adri sobrarían los vestidos y tu trajecito -sus labios quemaron lentamente mi cuello y se alejó para probarse el otro vestido.

     -No me puedes dejar así Ashley -la miré haciendo berrinche.

     Se probó el vestido turquesa y le calzó perfecto, su pelo castaño resaltaba por la espalda a la vista. Parecía una niña, se veía tan dulce y tierna que solo me dieron ganas de mirarla y apreciar a la bella mujer que tenía a mi lado.

      -Definitivamente éste si te queda perfecto. Creo que seré la envidia de todos en la fiesta -sonreí presumiendo.

     Llegó la amiga de Ashley e hizo su peinado. Se veía hermosa, me tenía hipnotizado mirándola. Ya por fin estábamos listos para ir a la iglesia.

     Una vez en la iglesia saludé a Sam, estaba muy nervioso esperando que Adri llegue.

     -¿Todo bien amigo? -le di un caluroso abrazo a Sam.

     -Si socio, solo quiero que llegue pronto -dirigió la vista a la entrada.

     -Tranquilo, conozco un buen bar por si Adri te deja tirado en el altar -reímos y comenzó a sonar la música.