La Profunda Oscuridad

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La profunda oscuridad

Julian Moreno Bautista

Aunque su sangre se haya derramado, su alma sigue en pie junto a mí...

-Catherine-

Capítulo 1

La mañana fue cálida, uno que otro automóvil que pasaba y uno que otro idiota que chocaba contra algo o alguien, para fortuna mía ese era mi tío, así que siempre me mantenía despierto por culpa de él, los vecinos no lo soportan, es más le tienen miedo, pues su esposa lo dejó, sus hijos lo odian y la única persona que aún sigue con él soy yo, después de todo mis padres me dejaron a su cuidado, no los culpo... Por ser unos completos idiotas, pero aún así no estuvo mal, pues mi tío nunca está y yo hago lo que quiera... Ja ojalá fuera así, pero no aún tengo que estudiar y poder dejar a mi tío para que muera solo como se lo merece, aunque esa mañana algo fue totalmente diferente, sólo se escuchaban carros pasar, ni tampoco el sonido de mi tío gritandole a un árbol...

Quite las sábanas y puse mis pies en el suelo, estaba espantosamente frío mire para todos lados y no encontré mis chanclas así que sólo me paré y me dirigí hacia la puerta de mi cuarto, apenas salí escuche a mi tío hablar con alguien... La cosa era con quien habla este idiota, después de todo, nadie lo quiere y todos prefieren verlo muerto. Baje las escaleras con cuidado y lo vi con las manos en la frente, las manos de anciano que tenía, y los dedos torcidos y el anillo de matrimonio que no se quería quitar, bueno, no se lo podía quitar sus dedos no se lo permitían, se empezó a tocar el poco cabello que le quedaba lo cual me preocupo un poco .-jull, gracias al cielo despertaste, te estaba esperando- dijo, <<viejo loco, ahora si quieres verme>> dije, pronto me di cuenta de unos papeles que estaban encima de la mesa, -Que es eso- pregunté con temor a saber, un silencio incomodo de mantuvo por mucho tiempo, pronto escuché la puerta del baño, una dama alta, guapa, y con buena postura se dirigió a mi -Jull como estas de alto, hace mucho no te veo-dijo- no sabía quién era esa mujer, pero debo admitir que me entorpeci con ese cuerpo tan delgado y esas curvas perfectas, el caso era que su voz dulce llegó a convencerme -Jull- dijo- su tono de voz se había tornado seco lo cual llegó a preocuparme, qué pasa dije algo ansioso como a su vez preocupado. -Tus padres murieron- sentí un vacío horrible dentro de mi... Algo algo me causaba incomodidad, además era obvio que no sabía qué hacer pues mis padres habían muerto, bueno aún así ellos nunca estuvieron conmigo lo cual no me afectó mucho, pero aún así, la incomodidad que sentía en mi cuerpo era más grande puedo jurar que escuche una voz decirme -por fin- pero no le preste atención, seguía algo tenso y mi tío no hacía nada más que mirar unas hojas encima de la mesa -Jull- dijo la dama -lamento mucho lo que está sucediendo, pero tus padres te han dejado algo- puso su mano en mi hombro y me entregó un sobre, lo tome de mala gana di la vuelta y subí las escaleras a mi cuarto cerré la puerta con fuerza.

La carretera estaba vacía algo opaca, el volumen del radio estaba a un punto aceptable, no faltó mucho para que empezara a llover, no tarde mucho en cerrar mis ojos, pero aún así podía escuchar sus voces, si era mi padre, su nombre era Trevor discutía con mi madre sobre el aumento de población en los últimos años en nueva orleans mi madre como lo recuerdo nunca le prestaba atención a lo que decía optaba por guardar silencio y asintir con la cabeza siempre, mamá volteo y me miró, fue entonces cuando interrumpió a mi padre, -Basta... No puedo hacer esto- mi padre guardó silencio unos instantes -Margarett es lo mejor para el, para su futuro, no puede vivir con nosotros mucho tiempo- mi madre puso sus manos en su cara y comenzó a llorar, -por favor no me hagas esto, yo tampoco quiero dejarlo- detén el auto, gritó mi madre, el auto frenó en seco y el auto de desbordó por un lado de la carretera.

Desperté con temor... Mis manos estaban temblando y mis ojos estaban hinchados, el suelo del cuarto estaba manchado de sangre lo cual me generó más pavor, pero en vez de gritar sólo me quedé callado, levanté mi vista y pude notar a un lado de la cortina que el sol estaba resplandeciente, acaso había dormido todo el día, no lo sabía aún, no sabía exactamente qué fue lo que pasó después de que cerré la puerta de mi cuarto, sólo que... No pude soportar las lágrimas, me levanté y miré a mi alrededor buscando alguna explicación de lo que había pasado pero lo único que vi fue el sobre encima de mi cama, como hubiera deseado nunca haber escuchado que nos padres estaban muertos, nuevamente me sentí incómodo conmigo mismo, <<ignorarlo>> me dije, camine hacia mi cama y tomé el sobre.  

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