La Profunda Oscuridad Capitulo 2

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Capítulo 2 

El sol seguía entrando por el pequeño agujero en la cortina, penetraba con tanta intensidad que poco a poco la habitación se volvió sofocante, seguía mirando el sobre sin saber qué hacer. <<esto no es real>> me lo repetí varias veces, pero aún así sabía que nada de lo que hiciera lo haría desaparecer. El sobre seguía en mis manos, pero aún no estaba listo para abrirlo, así que lo tire nuevamente sobre la cama.

No faltó mucho para escuchar nuevamente un enfrentamiento entre mi tío y uno que otro transeúnte que pasaba por ese lugar.

-Idiota- le grite con firmeza, sabía que pronto llamarían a la policía así que no tuve de otra y bajé rápidamente por las escaleras, mientras bajaba vi sobre la mesa varias botellas de licor, no fue difícil reconocer diferentes marcas de whisky. Una que otra botella de Johnnie Walker vacías y dos botellas de Grant's una casi vacía y otra llena. <<viejo idiota, jamás le importó mi padre, y ahora sí sufre por él>> pensé, seguí bajando hasta llegar a la puerta del garaje, respiré hondo y abrí la puerta.

Así fue, la calle está repleta de policías y equipos SWAT, todos estaban rodeando a mi tío, el calor no era que ayudará mucho pues era sofocante e insoportable, quería dar la vuelta y regresar, pero ese viejo decrépito mal agradecido, era la única familia que me quedaba.

Las sirenas sonaban con fuerza, la gente corría por todos lados, unos cerraban puertas y ventanas, otros sólo salían huyendo de sus casas, -ayuda- era una palabra que escuchaba constantemente, gritos insaciablemente horribles, no me dejaban pensar con claridad.

-Jull- escuché, di media vuelta y era la mujer que había estado en la casa el día anterior, -lamento volver a verte en estas situaciones, no esperaba que pasara esto- miró rápidamente a uno de los policías y le gritó que se acercara a ella. -necesito que lo escoltes a un lugar seguro- le dijo. Aún no tenía idea de lo que estaba sucediendo, pero tenía que saberlo -espera- le dije, -¿qué sucede con el idiota de mi tío?- pregunté con pavor y odio, la única respuesta que obtuve fue un silencio incómodo.

Jull... Tu tío está en grave peligro. Dijo con cara de preocupación. <<Peligro>> pensé, no lo creo dije, él resulta siendo un maldito desgraciado, siempre encuentra cómo salir sin hacerse daño, pero sí dañando a alguien.

Jull no lo entiendes, por favor debes calmarte, tu tío pronto morirá o vivirá.

Suelte eso señor, última advertencia, un grito insaciable se tomó toda la cuadra, atrás todos atrás, los gritos no paraban, no faltó mucho para que se oyeran disparos uno tras otro, la detective entró nuevamente en la casa con rapidez. No te muevas, que ni se te ocurra salir, sacó el arma que cargaba en el cinturón y salió.

Los tiros no paraban y yo sin ningún miedo sólo observaba por una ventana sin miedo a salir herido o muerto, después de un par de horas los tiros pararon, se creó un silencio incómodo por toda la cuadra, nadie decía nada, no se oía nada, así que salí a mirar qué había sucedido.

El cielo estaba oscuro, los camiones de SWAT estaban encendidos en llamas, corría sangre por todos lados, la puerta de entrada estaba completamente untada con sangre, y como era de esperarse vi un cuerpo tirado en frente mío, iba a gritar, pero pronto me di cuenta que no serviría de nada, la escena era frustrante, miles de cadáveres por todo lado, veía que uno que otro aún respiraba, pero con todas esas heridas no quedaba mucho que hacer, pronto morirían. La detective estaba bajo de unos de los camiones del SWAT, uno de sus brazos estaba aplastado, estaba acabada, pero aún así levantó su mirada y me sonrió. No sabía qué hacer, estaba completamente pasmado por lo que había visto, después de un par de minutos pude moverme y salí a la calle, no importaba a donde mirara, veía cuerpos sin vida, sangre, cartuchos de balas vacíos, rastros de exploraciones con Granada, gente inocente muerta, niños buscando a sus padres, hasta que por fin encontre lo que buscaba, al bastardo de mi tío, o bueno, lo que quedó de él, una cabeza con medio torso prácticamente quemados, no lo pude evitar, una lágrima salió de mis ojos, pero ya que no había nadie pude romper en llanto, lo odiaba, era un maldito... Pero era la única familia que tenía.

Pasaron las horas y seguía junto a su cuerpo incinerado, pronto comenzaron a llegar equipos de socorro, ambulancias, helicópteros, patrullas y más equipos SWAT; lo primero que hicieron fue percatarse de cuántas personas seguían vivas y para desfortunio de muchos, solo la detective sobrevivió, fue sacada con rapidez y con delicadeza, la ambulancia se acercó al carro del SWAT a punto de explotar, hicieron lo posible para sacarla, afortunadamente salió a tiempo, porque después el auto explotó, el equipo de bomberos no tardó mucho en llegar, salvaguardar a la gente de los alrededores, sacando las familias de la viviendas cercanas y apagando los incendios, pronto ya no quedaba nadie, nuevamente me había quedado solo, las últimas personas solo recogieron el cuerpo de mi tío y se lo llevaron, yo quedé en medio de la calle y no faltó nada para que pequeñas gotas de lluvia cayeran en mi rostro, las gotas del diluvio caían y cubrían mis lágrimas con gotas de agua.

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