Momentos Velvet

Cristina Obsesionada

Mensaje de Aclaración: Hay partes del capítulo que sí aparecieron en la serie y no son de mi propiedad sino de los guionistas.

Narrado por Alberto

-Damas y Caballeros, favor de abrochar sus cinturones, el avión está a punto de aterrizar.

Repetimos, favor de abrochar sus cinturones, el avión ya está a punto de aterrizar. Gracias -anuncia una azafata-.

Ya estoy aquí. Cinco años después he vuelto a casa. Estoy demasiado nervioso. Mateo no ha querido hablarme de Ana en todo el viaje. Solo sé que se iba a casar con el imbécil de Carlos y que Marco le ha puesto trabas en el camino con cada proyecto que tenía. ¡Que ganas de verla tengo! Me pregunto cómo estará... ¿Su sonrisa será igual de hermosa que cuando la imagino cada vez que pienso en ella? ¿Su cabello seguirá largo o tendrá un corte nuevo? A ella le gusta cambiar, así que estoy seguro de que tendrá algo nuevo.

Por estar hundido en mis pensamientos no me di cuenta de que ya Mateo me llevaba agarrado por un brazo y me guiaba para bajar del avión.

-¿Quieres dejar de pensar un momento? -Me pregunta riendo- Tenemos que bajarnos y encontrar nuestras maletas.

-Lo siento, estoy nervioso -río levemente y bajamos del avión-.

Comenzamos a caminar a lo largo del aeropuerto y siento que me tiemblan las piernas. Parezco un crío.

-No sé si voy a aguantar -le digo a Mateo y siento el corazón en la boca-.

-Claro que vas a aguantar -me responde rápidamente-. No hemos venido de tan lejos, para que ahora te eches atrás.

-Me tiemblan las piernas, Mateo -sonrío y doy vuelta mi sombrero-.

-Pues imagínate lo nerviosa que está ella, que te dió por muerto -nos miramos y sonreímos-.

Llegamos a buscar nuestras maletas y las veo rápido.

-Ahí están las nuestras -señalo las maletas-.

Tomamos nuestras cosas y comenzamos a caminar hacia la salida.

-¿Te imaginas que alguien estuviera esperándonos aquí? -Pregunta Mateo y me saca de mis pensamientos-

-¿Ha venido o no? -Pregunto y siento que mi corazón se quiere salir de mi pecho-

-ríe- Que no.

-Yo con lo nervioso que estoy te aseguro que prefiero llegar antes que a verla -veo que Mateo pone su maleta en el suelo y lo imito-.

-Espérame aquí, voy a llamar a Clara para ir allanando el terreno -se aleja y va a donde están los teléfonos-

Tomo asiento, me acomodo mi corbata y comienzo a practicar en mi mente lo que le diré a Ana cuando la vea. Estaba concentrado practicando hasta que una voz me interrumpe.

-¿Alberto?

Volteo a verle y ahí está. Cristina. Cristina Otegui. Lleva a una niña de la mano. Miro nuevamente a Cristina y no puedo evitar recordar todo lo que Mateo me contó en el avión.

Cristina me sonríe y se acerca a mí. La niña se limita a mirarme y yo la observo igual. Trato de buscarnos un parecido, pero inmediatamente recuerdo que no es mía. Cristina me engañó.

-¿Qué haces aquí? -le pregunto confundido-

-Mi amor, cuanto te he echado de menos -me abraza-.

-Cristina, por favor -la separo de mí-.

Cristina le toma la mano a la niña y la acerca a nosotros.

-Esta es Cris, tu hija -sonríe-.

Miro a la niña y me está viendo fijamente. Lo reconozco, me pone nervioso su mirada y sé que está igual de nerviosa que yo no para de mirarme.