Infidelidades.

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Banda sonora del momento: I'll love you more than you'll ever know - Oli Brown; Shine on you crazy diamond - Pink Floyd; Wish you were here - Pink Floyd; Hotel california - Eagles;

Es día de lluvia y creo que no hay nada mejor en este mundo que escribir con una taza de café caliente, una cajetilla de cigarrillos y Pink Floyd de fondo. Últimamente no es que ande, lo que se dice, inspirada.

Infidelidades, buf. Qué tema. Es aquello que nadie quiere, pero en algún momento le toca pasar. Ya sea el que engaña o el que es engañado. Y no es que precisamente una etapa de la relación que sea bonita.

Desde mi experiencia personal, he estado en ambos bandos: tanto en los que engaña, como en el que es engañado. En ambos casos, tengo la certeza de que se dieron porque existía una falta grave de amor por una de las dos partes. Eso no quiere decir que los cuernos sean imperdonables o que deje de existir amor, pero sí que faltaba chispa. Y sin esa chispa, esa magia, la infidelidad deja de ser un pensamiento hasta conventirse en una realidad. Porque, seamos sinceros, ¿quién no se ha llegado a sentir atraído por otra persona aún teniendo pareja?

Creo que podríamos subdividirlo en cuatro tipos de motivos de infidelidad: falta de amor, atracción física, capítulos abiertos y miedo a una relación estable.

Aunque supongo que existen mil motivos más, pero casi siempre acaban derivando en esta clasificación.

Hace poco le di vueltas a una idea no tan descabellada. Es decir, el matrimonio era una idea sólida y consolidada porque el ser humano no vivía más que cinco décadas como mucho. Y como máximo, un matrimonio podía durar entre veinte y cuarenta años. Pero el avance de los medios sanitarios nos ha llevado al hecho de que podemos llegar a vivir entre ochenta y cien años, lo que implica que un matrimonio debe mantenerse entre cuarenta y sesenta años. Y, seamos claros, ¿cómo podemos ser totalmente fieles a una persona si constantemente cambiamos de gustos?

No me malinterpretéis, lectores míos. No digo que no existan matrimonios que no mantengan esa idea de fidelidad hasta la muerte y que conserven la magia hasta el final de sus días. Seguramente haya alguna pareja, sí.

Personalmente provengo de una familia con padres que mantienen su matrimonio como vínculo sagrado. Y de abuelos que vivieron juntos todos sus días.

Pero eso no implica que en algún momento no haya habido debilidades. Consideremos engaño a todo aquello que implica atracción que no sea exclusiva a tu pareja. Parece loco ¿verdad? "¡Cómo no voy a sentirme atraído/a por otra persona, tengo ojos"

Es cierto. Somos humanos. Erramos en todo para aprender de ello y se considera lo lógico fallar para mejorar. Pero cuando se trata del amor no. El amor debe ser un vínculo exclusivo entre dos personas. Sin terceros. JÁ.

A diario veo zapatos más bonitos que los que me compré hace unos meses. Puede que tenga unos veinte pares, pero siempre aparecen unos nuevos que me gustan más aún. ¿Será un capricho solo? ¿Debo ser fiel a mis zapatos del armario? ¿Y si son los zapatos de mi vida y me los pierdo por tener otros en casa? Cuando se trata de cosas tan mundanas y sencillas, cuán fácil resulta decidir.

Sofía tenía un amor descabellado, de esos que darías la vida si tienes que elegir ante la tuya.
Una película Hollywoodiense era su historia.
Pero el amor no fue suficiente para que se mantuvieses firmes los lazos, pues el deseo, la curiosidad y la falta de atención por parte de su novia le quemó.
Al final, Sofía no lo pensó cuando conoció a Rober y aceptó el café tardío y el beso que acompañaba a este café.
Lo peor vino cuando ella, ¡oh, pobre inocente de Sofi! Acepto la invitación a dormir en su casa para ella poder ver a su pareja.
¿Os cuento lo que viene?
Sexo.
Peleas.
Remordimientos.
Ruptura.
Más sexo por despecho.
Y finalmente, depresión.
Y un día, a Sofi le toca levantar cabeza.

Levantad la mano si habéis sido Sofía alguna vez.
Bien.
Lo habéis acertado, de todo se sale.

Es lícito tener aventuras en tu cabeza, soñar es lo que nos impide abandonar la vida y tener a la muerte.
Otra es cometer errores que podrían costarte demasiado.
Valora siempre que tienes, ya sabes lo que dicen, mejor pájaro en mano, que ciento volando.
Para terminar y no enrrollarme más, os dejo esa frasé que creo que resume todo esto.

Los cuernos son algo perdonable, mas, no sencillo. Depende del tamaño que sea tu herida sentimental, serás capaz de dejarla sanar.

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⏰ Última actualización: May 04 ⏰

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