Cielo gris

19 3 0
                                    

Ríos de ácido corren por tus venas.
Las auroras ensangrentadas que se escapan por tus ojos
se enganchan en tus pestañas
y bailan y bailan,
mas por hermosas que sean
nunca rozarán el sueño
de anochecer en los labios cálidos
de un alma invernal.

Y sientes frío cuando te despiertas
y no sale el sol
en un cielo encapotado que no te cabe en el pecho.

Una sonrisa de tinta te promete
que el sol sigue ahí, tras las nubes,
aunque tú no puedas verlo.

Y sólo cuando llueve,
cuando el color gris se enternece
y se deja caer en diminutas lágrimas irisadas,
distingues un fogonazo de azul.
Pero el sol ya se ha puesto
y las estrellas que recuerdas
se han olvidado de brillar.

versos y nebulosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora