La puerta del cuarto se abrio de sopeton y golpeo el armario. Casi salgo disparada de la cama al oir el tremendo ruido que provoco.
-¡Despierta ya, Rebe!¡Tenemos que irnos de comprar!.- La voz de Yas pitaba en mis oídos.
-Voy, voy...
No estaba en mi casa si no el la de Yas, después de lo que me entere el día de mi cumpleaños sobre lo que hicieron mis padres con Dereck. Me vine a casa de Yas desesperada. Llevo aquí casi un mes. Y mañana nos vamos a California.
Me levante de la cama medio moribunda.-Dejarme que me duche por lo menos.- dije metiéndome en el baño.
-Tienes dos minutos o entrare a por ti y te sacare de los pelo nena.
-Pues hecho el pestillo - conteste riendome.
-Pues derribo la puerta.
-No seras capaz.
-Ponme a prueba.- golpeo la puerta y nos pusimos a reír a carcajadas.
-Que loca estas.
Me metí en la ducha y me duche en los minutos. No me iba a arriesgar a que tirase la puerta. Yas era capaz.
Salí del baño de puntillas y me vestí lo mas rápido que pude.-¡Tiempo!
La puesta se abrió de golpe y volvió a golpear el armario.
-No derribaras la puerta del baño. Pero a la de el armario no le falta mucho, !bruta!.- me reí y la di un golpecito en el hombro.
Salimos del cuarto y bajamos las escaleras. La madre de Yas nos había preparado un desayuno increíble.
-Muchas gracias Vicky tiene todo muy buena pinta.- confesé relamiéndose.
- No seas pelota y sientate.-me golpeó Yas el brazo.
Desayunamos a toda prisa y salimos por la puerta.
-Te voy a llevar a tu casa para que cojas tus cosas.- la madre de Yas abrió el coche y nos señalo para que nos subiésemos.
No se si estaba preparada para esto Hacia ya un mes que no veía a mis padres.
Cuando paramos delante de mi casa suspire. Y le hice una señal a Yas para que bajase conmigo.
Llame a la puerta y me abrió mi madre.
Me sorprendió la forma en la que la vi. Tenia unas ojeras enormes, la cara hinchada y se la veía mucho más delgada.-Rebe...- en su cara se dibujo una sonrisa.
-Solo vengo a por mis cosas.- dije tajante.
-Cariño... Llevo un mes sin verte... Por favor...
-Me habéis mentido. Me dijiste que no sabias por que se había ido y lo habíais hechado vosotros. ¡Dejadme en paz!
-Rebeca ¡No hables a si a tu madre!
-Soys unos egoístas.
Subí corriendo a mi cuarto y cogí una maleta. Metí en ella todo lo que necesitaba y baje de nuevo.
-Por favor, habla con nosotros... Ya no me coges el teléfono...
-No tengo nada que hablar con vosotros. Dejadme vivir. No me puedo creer que llegaseis a denunciarle... No os importo nada.
Cerré la puerta de un portazo y me metí en el coche de nuevo. Yas corrió detrás de mi y guardo mis cosas en el maletero.
De allí Vicky nos llevo directamente al centro comercial.
-Llamadme cuando hayáis acabado.
Yas y yo asentimos.
Nos metimos en el centro comercial y entramos en la primera tienda que vimos.
-¿Donde me has metido?.- dije riéndome a carcajadas.
Estábamos en una tienda de animales.
-Tiene su lógica.- dijo riéndose.
Entonces lo vi. Apareció Dereck. Tenia un cachorrito en las manos.
-Este es mi regalo de cumpleaños atrasado Rebe.
Me lo extendió en las manos y morí de amor. Era una bolita marrón clarito de apenar 4 mesecitos, jugueteaba con mis dedos y no dejaba de moverse.
Mi cara de sorpresa lo dijo todo.-Te amo.- le dije lanzándome en sus brazos.
-Vale vale, todo muy bonito. Ahora llevate el perrito que esta guarra y yo nos vamos de compras.- dijo Yas Separándonos.
Dereck y yo nos hechamos a reír.
Pero Dereck obedeció. Beso mis labios y dirigio a la puerta.-Luego te veo nena.
Yas tiro de mi y me metio en Etam.
-Busca un conjuntito mono y un bañador provocativo.- dijo riendose.
La colpee en el hombro y asenti.
-Tus deseos son ordenes.
Encontre un bikini que me enamoro a simple vista. Era perfecto. Cubria mi pecho y lo hacia mucho mas bonito y boluminoso. Y la parte baja tenia la medida perfecta para que no se me viene ninguna zona critica.
El tema del conjuntito fue un poco mas complicado. Pero Yas lo resolvio de inmediato.-El negro. A los chicos les encanta el negro en esas cosas. Y el rojo llevatele de repuesto.- dijo riendose.
-Eres idiota.
Salimos de la tienda. Y fuimos a practimaente todas las que nos quedaron.
-Estoy agotada.-dije dejando las bolsas en el suelo.
-Comemos y nos vamos.
-¿Comer? Son las seis y media de la tarde. Vamonoooos....
Yas fruncio el ceño. Pero finalmente accedio. Llamo a su madre y en diez minutos estaba esperandonos en la puerta.
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Como siempre y como nunca [SEGUNDA PARTE DE "SI FUERAS MIA"]
RomanceEl viaje a California va a cambiar su vida. Rebeca deja New York para viaja junto, en un principio, a su mejor amiga durante todo el verano. Después de aquel accidente su vida se a vuelto del revés. Y hará lo imposible por volver a la tranquilidad...