Me dirigí a tu casa.
Estaba nervioso, de hecho, lo estaba bastante.
A cada paso sentía mis entrañas resolverse, pero se controlaban al saber que estaba próximo a verte.
Traje un disco de música conmigo, nuestro favorito cuando solíamos hacer tarea. O al menos lo intentábamos, ya sabes, todo terminaba en divertidos bailes.
Tan entretenido estaba en mis pensamientos que no logre notar cuando me encontraba frente a tu puerta.
¿Había ensayado bien mis palabras?
¿En verdad estaba seguro de querer entrar?
Retrocedi y observé detenidamente la fachada de tu casa, ¿Hace cuánto tiempo no entraba aquí?
Da igual... toque el timbre
Y escuche tus pasos.
¿Estaba muerto? Porque yo me sentía así.
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Cartas A Astrid.
FanfictionHola, Mi Lady. No sé si leas o guardes mis cartas, pero yo las seguiré escribiendo. Hay muchas más en "mi afeminado diario", como tu solías llamarle. No sé porque me gusta tanto hacerlo; quizá sea porque al escribir solo pienso en ti, o quizá sea po...