08

202 27 3
                                    

No, no hice bien.

Pude ver como tu expresión caía en segundos, te quedaste pasmada. Imaginó que recordando todos aquellos momentos.

¡Genial! Mi primera oportunidad verdadera para arreglar las cosas y termine arruinando todo un poco más.

No había necesidad de palabras, tus ojos llorosos y llenos de rencor me indicaban lo que debía hacer: salir por la puerta.

Así lo hice, necesitabas espacio, necesitábamos tiempo.

Sí, aunque doliera, tiempo era lo que necesitábamos por hoy, por semanas, por meses... por años.

Todo caía sobre mi como un balde de agua fría, y es que, ¿como pude llegar a pensar en que me perdonarias? Si había traicionado toda la confianza que habías puesto en mi.

¿Esto es un ''hasta nunca'', Astrid?

Cartas A Astrid.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora