07

229 32 3
                                    

Estabas tan linda con tu cabello rubio y despeinado, que por un momento olvidé que quería la muerte.

Mire tus ojos, ¿hace cuánto que no te veía de frente?

¿Días?

¿Semanas?

Había sido un estúpido por dejar pasar tanto tiempo. Pero aquí estaba mi recompensa, ahí estabas tú.

Hiciste un gesto y con tu mano me indicaste que pasará. Estabas sola, como de costumbre.

Camine hasta llegar a tu sala, me senté y espere paciente a que regresaras.

Me mirabas fijamente con extrañeza, ¿Había elegido un mal color de camisa? ¿Acaso era por el disco?

¡Oh sí! ¡Era el disco!

Me levanté y lo coloque en tus manos, ¿Había dicho ya que estabas frente a mi, en lugar de a mi lado?

No sé cómo me resultaba eso

¿Era tranquilidad?

¿Soledad?

¿Miedo?

Basta, creo que estoy haciendo preguntas de más.

Estas colocando el disco en tu grabadora, y yo me pregunto internamente si hice bien en traer aquella colección llena de buena música y recuerdos.

Gracias por todos sus comentarios y votos ayer, a quienes me agregaron a listas de lecturas y son nuevos, espero les guste este capítulo. Los jamoooo.

Cartas A Astrid.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora