Park ChanYeol siempre fue reservado, mas no amargado. Le gustaba guardarse las cosas para sí mismo y no ponerse en evidencia frente a nadie, sus padres siempre lo quisieron y le dieron su apoyo incondicional, incluso en la disparatada idea de convertirse en cantante y estudiar administración de empresas al mismo tiempo. La música lo apasionaba, era su escape de la realidad pero no quería mandar todo el esfuerzo de años de sus padres al caño por eso. Por eso continuaría el negocio familiar; ChanBaek Industries.
Nombre peculiar a su parecer.
Su padre le dijo como surgió tal idea, su madre y su mejor amiga querían nombrar la empresa con los nombres de sus hijos, porque un día la empresa quedaría en sus manos, y tuvieron que elegir entre ChanBaek o BaekYeol, pero al final la primera opción fue la ganadora. Según su progenitor no había nada que hacer,si su esposa lo quería, lo tenía y era el mismo caso con su mejor amigo y socio.
Pero todo cambió cuando la conoció a ella, a Sandara. Todo ocurrió en una fría mañana de noviembre, chocó accidentalmente con una chica pequeña de cabello castaño por andar distraído pensando en la canción que debía componer para una de sus clases, rápidamente reaccionó haciendo una venia mientras se disculpaba repetidas veces.
-No importa, yo también iba distraída -Dijo con voz suave y tímida, regalándole una sonrisa.
Una hermosa sonrisa-Pensó.
-De verdad lo siento, déjame invitarte a tomar algo -Dejó salir con su característica voz grave.
-¿Chocolate caliente? -emocionada, como si de una niña se tratase.
Fueron a un café acogedor que se encontraba a unas cuadras de allí, y con tazas de chocolate caliente en manos, la conversación empezó a fluir con rapidez, y las risas no se hicieron de esperar, al igual que la atracción y chispa.
Cuando todo termino no era de extrañarse que ChanYeol se atreviera a pedirle una segunda salida, ni tampoco que Sandara aceptara. Y luego vino una tercera, cuarta, y muchas más.
Cumplían la numero vigésima ChanYeol se armó de valor y le pidió que fuera su novia, estaba completamente enamoro de ella, hasta se planteó una vida juntos.
Cuando pasó un año al fin se decidió por presentársela a sus padres, fue en Navidad, todo fue bien hasta que llego el momento de presentársela a su madre, esta se quedó seria unos momentos pero luego compuso una sonrisa que para cualquiera pasaría por verdadera excepto para él y su padre, algo no andaba bien, pero lo dejó pasar. La noche paso sin ningún accidente, al terminar la cena llevó a Sandara a casa de los padres de la misma y luego regresó a casa de los suyos.
Traspasó la puerta de la entrada y se encontró a su madre sentada en el sofá individual de la sala con una foto entre sus delicados dedos; era una suya, en ella aparecía sonriendo mientras hacia un ángel de nieve, cuando tenía nueve.
Su progenitora levantó la mirada, y algo en ella le dijo que en definitiva algo no andaba bien.
-Cariño, sé que amas a esa chica, eso lo percibo al ver tus ojos, pero algo no anda bien con ella, lo sentí al verla. Traté de dejarlo pasar pero cuanto más la veía peor se hacía ese sentimiento, su actuar no parecía... genuino. Es como si fingiera algo que no es. No quiero que salgas lastimado en un futuro, cielo. Así que piénsalo. -Dejó y beso en su frente y salio de su vista perdiéndose escaleras arriba, dejando hecho un mar de pensamientos la mente de ChanYeol.
Esa noche durmió entre pensamiento y pensamiento, llegando a la conclusión de que ignoraría las locas ideas de Park Yoo Min
Las madres siempre tienen la razón.
Y fueron exactamente 4 años y dos meses lo tubo que esperar para averiguarlo. Era su aniversario, un 14 de febrero,ChanYeol al fin se había llenado de valor y había decidido sacar aquel anillo que tenía al final del segundo cajón de su mesa de noche, bajo llave. Ese día le pediría matrimonio a Sandara. Había decidido darle una sorpresa, ella creía que estaba en el exterior acompañando a sus padres en un viaje de negocios, pero él había decidido que era la oportunidad perfecta ya que los padres de ella se encontraban visitando sus abuelos maternos.
Se había vestido con un esmoquin sin corbata, zapatos pulcros, todos los cabellos negros en su lugar gracias a la cantidad de gel utilizada, no era poca hay que agregar y una caja color terciopelo rojo guardada en el bolsillo izquierdo de su americana. Se acercó a la casa de su novia barra futura prometida y sacó la llave de repuesto que sabía que escondían en la maceta dela entrada y la introdujo en la cerradura, cuando esta se abrió ingreso en la casa y cerro la puerta silenciosamente detrás de él.
Subió las escaleras de dos en dos, y se encaminó a la habitación que correspondía a Sandara y se situó detrás de ella; pero antes de girar el poco un sonido lo detuvo, pensó que era obra de su imaginación pero no lo fue, el sonido se repitió una y otra vez. Eran gemidos, y junto con estos vinieron jadeos, gruñidos y más, y más gemidos.
Quería creer que era mentira que lo que escuchaba no era cierto y era obra de su imaginación, pero no, no lo era. Y la conversación que escucho se lo dejó muy claro.
-¡¿Quien es mejor?! ¡¿eh?! ¡¿ChanYeol o yo?!-gritó una voz masculina dentro de la habitación - ¡Dímelo pequeña zorrita!
-Tu- Se oyó una voz cansada.
-¡No te escucho!
- ¡Tú, maldición,tú!- Gritó Sandara, con esa voz que tantas veces le susurro palabras de cariño en la oscuridad de su habitación, la misma habitación en la que ChanYeol estaba escuchando palabras convertidas en dagas que apuñalaban su corazón.
-¡¿De quién eres?!
-¡Tuya!-Después de eso lo que escucho fue un prolongado gemido mezclado con un gruñido que le produjeron asco.
No fue hasta ese momento en el que ChanYeol se dio cuenta de que todo era falso, las sonrisas, la ternura que desprendía, las actitudes tímidas, todos los "Te amo" y momentos de felicidad vividos juntos. Su madre tenía razón, siempre la había tenido.
Después de respirar varias veces y regular su respiración, configurando una mascara de frialdad en su rostro se adentró en la habitación donde dos cuerpos yacían desnudo debajo de una manta, que desde donde se encontraba podía notar que estaba sucia gracias a sus fluidos corporales.
Avanzo por la habitación hasta situarse frente a la cama y carraspeó, llamando la atención de la traidora y para su sorpresa su acompañante era Cho KyuHyun, el "mejor amigo" de esta. Estos dieron un grito ahogado al ver los 1'85 centímetros de estatura de Chanyeol en todo su esplendor.
-¿N-no estabas fuera de la ciudad?-Formuló, el cara de rata.
- C-chanYe-eol,no es l-lo que pien...
-Por favor, ahorrártelo, pequeña zorrita -La cortó, y continuó dibujando una sonrisa cínica en su cara-¿Qué me ibas a decir?, ¿fue la primera vez?, ¿que fue un error?, ¿un desliz, tal vez? No intentes excusar lo obvio. No hay peor ciego que el que no quiere ver ¿Sabes?,y lo fui contigo, pero ya no más. Quédatela, KyuHyun. Hasta nunca, Park Sandara.
Y sin más salió de esa casa, a la cual esperaba no regresar jamás.
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Flashlight | ChanBaek
FanfictionAl fondo de la clase en el asiento de la esquina izquierda, al lado de la ventana siempre podrás encontrar a Byun BaekHyun. Un chico con cara de cachorro, cabello de color caramelo y ojos profundos. Para muchos en el instituto privado The Great Seúl...