Under Pressure Fools

Boys Don't Cry

-No puede ser, creía que mi padre lo había tirado.- dijo Thomas subido al árbol.- Pero... si esto me lo dibujaste tú, hace varios años. 

Aquel dibujo no eran unos simples trazos, en verdad tenían un gran significado. Evelyn lo dibujó cuando tenían 12 años, con la edad en la que se conocieron.

Al igual que ahora, desde muy pequeña la joven le gustaba explorar su pequeño pueblo, iba con su mochila y su libreta como si fuera una exploradora, y un día descubrió aquel tranquilo lugar a la sombra de un gran árbol, y decidió hacerlo suyo por decirlo de alguna forma. Aquel sitio pasó a ser su propio territorio, su lugar secreto, como ella lo llamaba.

Un día se llevó un bloc de dibujo y unos cuantos trozos usados de carboncillo dispuesta a pintar el ambiente que se respiraba en aquella época del año y en aquel lugar tan especial. 

Thomas en cambio salió de casa cubierto de lágrimas y airado, pues había vuelto a discutir con sus padres, ya que la personalidad del chico era muy fuerte y marcada, y tenía sus ideas bien claras. Las reprimendas en casa eran habituales debido a la anticuada ideología de sus padres que hasta le impedían leer cierto tipo de libros.

Él sólo iba buscando un espacio apacible donde poder llorar y mostrar toda su rabia interior a solas. Pero para su desdicha, o más bien fortuna, dio con Evelyn sumida en su dibujo. 

Dato mencionado anteriormente

En Castle Combe todos los caminos llegaban al mismo sitio, pero solamente para aquellos que lo buscaban.

La chica pese a su gran concentración se alarmó de inmediato de la presencia de aquel chico de ojos llorosos. Ella lo había visto muchas veces en el pueblo, sabía quiénes eran sus amigos y en que clase estaba. Él en cambio solo la conocía de vista, pero no sabía nada de ella.

-¿Quiere sentarte?-preguntó amablemente Evelyn con una cara de preocupación pero amistosa al mismo tiempo.

Thomas dudó, pero al final se sentó a su lado.