Dancing In September

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Tras un duro y tedioso curso, el instituto llegó a su fin y era el momento de emprender una nueva aventura. En unos pocos meses la relación de amistad de Thomas y Evelyn resurgió de entre las cenizas, y Thomas hizo todo lo posible por integrar a su amiga en su grupo, pues estaba seguro de que se llevaría de maravilla con los demás.

Under Pressure Fools era como se hacían llamar, y el grupo estaba constituido por siete jóvenes: cuatro chicos y tres chicas. Todos ellos se mostraron muy abiertos y recibieron a Evelyn con gran cordialidad.

-¡Eh, Evelyn! Sube el volumen.-gritó Clara.

Aquella muchacha de apariencia tranquila y recatada resultó ser una entusiasmada amante de la literatura con cierto carácter de vez en cuando. Evelyn y Clara se llevaron estupendamente desde el principio, y le ayudó bastante a sentirse integrada. Clara no tenía una vida sencilla, a pesar de su gran pasión por las letras y la escritura, se vio influenciada por su familia a estudiar derecho, y aunque no estaba segura de sí sería su verdadera vocación ella estaba muy emocionada por comenzar las clases en la universidad.

-Sí, voy. Oye, pero no olvidéis echarme bebida a mi también, ¿eh?- contestó Evelyn en dirección a James, que en ese momento estaba sirviendo a los demás sus respectivas bebidas.

James era todo un personaje, era imposible no sentirse atraída hacia él, quizá tenía algo que ver con su rebeldía y aparente despreocupación o con sus brillantes ojos azules... Sin embargo, no era alguien de quien te pudieses enamorar ni tener una relación estable, puesto que debido a su inmadurez y a su personalidad él prefería ir de flor en flor. Quizá hayan sido sus circunstancias familiares las que le llevan a actuar de esa forma. Si por él fuera se dedicaría a lo que realmente le gusta, que es la música, pero debido al gran negocio familiar, sus padres le han obligado a estudiar empresariales.

-No te preocupees... Hay vodka para todos.-respondió Fred entre risas.

Fred era gran amigo de James, de apariencia, al igual que su amigo, dura pero en verdad tras aquella coraza se encontraba un chico sensible e inseguro de sí mismo. Esa falta de confianza le llevaría a cometer grandes errores en un futuro, por lo que tenía que aprender a luchar contra las opiniones de los demás y dejarse llevar por lo que a él realmente le gusta. Aunque para algunos ámbitos, como sus sentimientos, no lo logró aún, consiguió convencer a su padre para estudiar lo que a él verdaderamente le gusta, que es la biología.

-Mira si eres gafe, se acaba de gastar la botella. ¡Eh, Halley! ¿Queda alguna más en la cocina?- inquirió James algo molesto.

Halley era una chica tranquila e independiente, probablemente la que más iba por su cuenta. Ella no era una joven demasiado ambiciosa, sino que prefería tener una vida apacible lejos de la gran ciudad y de los nuevos medios tecnológicos. Ella optaría por vivir en una pequeña casa de campo trabajando en su huerto que ir a la gran ciudad a estudiar una gran carrera como todos esperan que haga.

-Hoy es nuestro día de suerte, hay dos botellas más. ¿Vodka o tequila?- preguntó Halley con las dos botellas en la mano.

En ese mismo momento pasó Peter y le quitó la botella de vodka con bastante agilidad a la vez que le hizo cosquillas en el costado. Ella, sobresaltada, dejó la otra botella en la mesa, y mientras soltaba palabrotas iba corriendo detrás de él. Peter y Halley no tenían una relación particularmente estable, aunque era inevitable que había cierta química entre ellos en innumerables ocasiones y que ambos se gustaban mutuamente, por otro lado el resto del tiempo lo pasaban discutiendo o haciéndose rabiar el uno al otro.

Peter era totalmente opuesto a Halley, y aunque era muy conservador, era amante de los nuevos avances tecnológicos, de hecho, ese año cursaría informática en la universidad.

-¡Ya está bien! Venga venid, vamos a brindar todos por un magnífico año universitario.-propuso Thomas con una amplia sonrisa en la cara.

-Y por muchas fiestas y desmadre- añadió James mientras rodeaba a Clara por detrás, que ésta estaba sentada sobre sus piernas.

-¡Calla! Que no solo hemos venido a beber- le contestó ésta mientras le daba un golpe en el brazo.

-Cierto, hemos venido a hacer un poco de todo. Pero esta noche, es lo que toca.- respondió Fred.

Era la noche en la que los universitarios celebraban el comienzo del curso. Todos se reunirían en una gran fiesta cerca del campus universitario, y como es habitual a estas edades, se preparaban con unos cuantos tragos antes de llegar.

-Eh, Peter, no brindes con agua, que da mala suerte.

-Ya, pero resulta que yo tengo que conducir.-contestó Peter con cierto desdén.

-Pero si tú apenas bebes incluso cuando la fiesta es en casa.

Era cierto, Peter era una persona bastante sana, y prefería divertirse sobrio que después de unas cuantas copas. Sin embargo, el comentario de James tensó un poco el ambiente.

-Bueno, brindemos ya que vamos a llegar tarde- contestó Evelyn mirando la hora.

Tardaron un cuarto de hora en salir del piso de las chicas, y unas calles más abajo de donde se celebraba la fiesta ya se podía apreciar el ambiente universitario.

-Joder, a este paso no voy a encontrar aparcamiento nunca. Bueno os dejo en la puerta, y ya me buscaré yo la vida.

Tal y como dijo Peter los dejó en la misma puerta de lo que parecía ser uno de los más famosos clubs de la región. Dentro había música en directo y numerosas personas bailando frenéticamente.

-Me encanta esta canción.-dijo Thomas totalmente emocionado-¿Bailas?

Evelyn asintió, y su amigo le cogió de la mano y se la llevó de inmediato a la pista de baile. 

Under Pressure FoolsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora