Hidden Memories (JANOSKIANS Fan Ficción)

Capítulo 6 - ¿Te gusta de verdad?

A las cinco en punto, la hora del té, vendrían unas amigas de mi madre, incluyendo a Gina. 

-Señorita Daphne- dijo Emma a través de la puerta.

-Puedes pasar- ella abrió la puerta e ingresó a la habitación.

-Su madre me mandó a decirle que se aliste para el té- asentí y ella dio la vuelta para marcharse.

-Emma, espera- se dio la me volvió a mirar- Quedate un rato, me siento... sola- era verdad, siempre suelo sentirme así, solo que no lo demuestro. Podría estar rodeada de gente, hasta la cabeza de eventos y fiestas pero aún así no podría evitar ese sentimiento de soledad.

-¿Hay algo que pueda hacer por usted?- preguntó sonriendome.

-Sientese- ella me miró confundida, claro, era extremadamente raro que se le pidiera que tomara asiento en esta casa- Ahí, en la cama, sientese- señalé con mi mano y ella obedeció. Le sonreí- ¿Crees que podamos hablar de algo?-

-Por supuesto, ¿hay algo en especial de lo que le gustaría charlar?- negué con la cabeza- En ese caso, disculpeme el atrevimiento al preguntar esto pero... ¿usted y su madre fueron a casa de la familia Brooks, no?- esta vez asentí- Y... usted, señorita Daphne, bueno, en muchos lugares se rumorea que está buscando esposo ¿Cuál de los tres jóvenes es el afortunado?- 

-Oh, Emma- reí ante su pregunta- Aun no lo sé, pero mamá considera a Luke un buen candidato para el puesto- aunque yo no, debo admitir. 

-¿Puedo confesarle algo?- asentí sonriente, amaba las confesiones y secretos- Yo no veo al jóven Luke con buena madera para ser su esposo- notó mi cara de confusión- No, no- repuso- A lo que me refiero es a que es todo un jóvencito Inglés con buenas costumbres y excelente imagen, pero no lo veo para usted-

-¿A qué te refieres?- le pregunté, no sabía a donde iba a llegar con esto.

-Me refiero señorita Daphne, y vuelva a disculpar mi atrevimiento, a que es exactamente lo que su madre escogería para usted, y se que usted no es como su madre- bien, por lo menos alguien que lo creía- ella le exige mucho para ser una muchachita de 17 años, y en cuanto encontrar una persona para amar debería ser usted quien tenga el poder de la desición-

-Lo sé, pero no puedo hacerlo. Yo no decido- 

-Y no estoy diciendo que usted deba desobedecer a su madre- comentó al percatarse de todo lo que había dicho, en cuanto se trataba de dar opiniones Emma no tenía ni un pelo en la lengua- Creo que hablé demasiado hoy, debo ir a preparar la mesa en el jardín, y usted debería comenzar a prepararse para bajar, las amigas de su madre llegaran en cualquier momento-

-Está bien- dije y Emma se retiró.

Me quedé pensando un rato en mi charla con ella y luego, cuando faltaban diez minutos para las cinco bajé para evitar atrasos, mamá los odiaba y siempre estemos donde estemos todos eran estrictos con los horarios.

-Oh querida, aquí estas- exclamó mi madre, que ya se encontraba en la mesa del jardín con Gina y tres señoras más de las cuales recuerdo vagamente haberlas visto- 

-Buenas tardes- hice una reverencia.

-Que adorable muchachita- exclamó una de las mujeres, que llevaba un traje amarillo. A decir verdad parecía una banana, reí para mis adentros.

-Lo sé, mi hija es una verdadera belleza- dijo mi madre orgullosa y con la cabeza tan alta que parecía que iba a desprendercele de los hombros.

Tomé asiento y una de las criadas se acercó a llenar mi taza de porcelana con té. 

-Y bien- dijo una mujer que tenía un sombrero color salmón, algo exagerado con todo esos apliques- ¿Tienes muchos pretendientes, Daphne?- preguntó curiosa. Desde que tengo 16 años tengo que soportar esta clase de preguntas muy seguido.

-Solo tiene 17, Meredith- habló la otra mujer, para mi suerte, cosa que no me obligaba a responder.

-Es una buena edad- habló Gina, quien manipulaba su taza para luego dar un largo sorbo- Además, me alegra decir que uno de mis muchachos está interesado en una jóven tan bella y con buenas raices como Daphne- 

Creo que ese comentario no fue ninguna noticia nueva, pero, me sorprendí ante el atrevimiento de Gina decirlo tan abiertamente.

-Oh, pero que buena noticia- comentó mi madre- A ti también te agrada ¿No, querida?- me preguntó y asentí con la mirada clavada en mi taza, claro era lo único que podía hacer.

-¿Te gusta de verdad?- preguntó una de las señoras, no sabía como responder- Oh vamos querida, estamos entre mujeres. Ademas, como para no enamorarse de tu querido muchacho- esta vez se dirigió a Gina- Hiciste un gran trabajo con él, es todo un señor Inglés, aunque solo tenga 18- 

Gina se llevó la mano al pecho con aires de sentirse extremadamente orgullosa.

-Lo sé- habló finalmente- Pero no es del único que estoy orgullosa, mis tres muchachos son unos perfectos caballeros, pero Jai, él tiene el carácter fuerte y un alma algo salvaje, creo que a él le resultaría más dificil encontrar una mujer para casarse, suele ser exigente- 

¿Exigente? a mi me parece que con ese temperamento que tiene ninguna lo aguanta.

Mi madre y sus amigas seguían hablando sobre mi como si no estuviera presente, no tenía voto ni palabra en aquella mesa a menos que se me preguntara. Una hora después mi tortura acabó y pude ir de nuevo a mi habitación con la excusa de una jaqueca.