Prólogo: Aria

25 2 1
                                    

Prólogo: Aria

Pequeña Aria:

"Lo bueno nunca se olvida."

Debí haberte dicho esto de frente. Esa noche en la que dejé todo en el lugar donde todo comenzó. Cuando por primera vez me crucé con esa fuerte mirada realmente vacía, falta de amor y atención. Cuando de tu boca salieron las encantadoras palabras insultándome.

Realmente quise decirte tantas cosas de las que me arrepiento no haber dicho en el momento necesario, pero no tuve el valor de mirarte a los ojos y romper tu corazón más de lo que ya estaba.

Fuiste mucho más fuerte que yo al poder dejar por fin tu orgullo de lado y decirme esas palabras que me hicieron sentir tan feliz. Que me ayudaron mucho a soportar por lo que estaba pasando en esos momentos.

Fui un completo idiota contigo lo sé, tan idiota que al final fue que me di cuenta de que contigo había más vida en un segundo que en cualquier lugar de este mundo. Ese poco tiempo jugamos a ser quienes no éramos con el fin de complacer nuestros caprichos, a diferencia de mí que nunca había experimentado el cariño de una niña mujer.

Tú, tan pequeña y tan grande, un corazón de niña en cuerpo de mujer, que iba caminando por cada pedazo de Londres dejando en mi plasmado ese caminar, la manera brusca de mirarme y tu pesadez cuando lograba salirme con la mía.

Me hubiera podido enamorar de tu belleza, pero encontré mucho más. Vi en ti coraje, un gran carácter, tu forma de ser, tu empeño por ser diferente e independiente. Entonces...

Te habrás preguntado la razón del porque me había quedado mirándote como lo hice aquella noche, ¿verdad? Puede que suene un poco estúpido, pero en ti vi el reflejo de mi madre. Y fue como volverla a ver, como si en alguna parte de mi corazón ella siguiera con vida.

Y tú, desde ese momento me hiciste sentir, vivir, desear. Y no es que sintiera atracción por mi madre, eso sería algo imposible, sin embargo a medida que te conocía seguía el lazo pero comenzaba a verte a ti.

Al cruzarnos por los pasillos las ganas de detenerme y tenerte en mis brazos, pero luego tú, llegaste a enamorarme, y verdaderamente diría joder, que lo lograste.

Has jodido cada parte de mí.

Me dejaste en cautiverio, solo pensaba en ti, y te juro que me arrepiento tanto de haberte intentado borrar con otra mujer. Verdaderamente me odie en ese momento en cuanto ella se fue y a los minutos te tuve en mi cama.

¿Quién iba a pensar que tú y yo pasaríamos tantos momentos inolvidables en tan poco tiempo? ¿Quién iba incluso a pensar que una niña causaría tanto en mí?

Yo no esperaba nada de esto. Yo no imagine esto. Me costaba mucho dejar de pensar en ti.

Fue una aventura intentar robarte aunque fuera una mala mirada, tan simple como eso me daba esperanza. Sé que entre tanta irritabilidad lograba conmoverte y sonreías a mis espaldas.

Nunca había hecho el amor como lo hice contigo y desee mejores noches, mejores detalles, si volviera atrás no cambiaría nada, porque eso fue lo que nos llevó a esto.

Pero si te encuentro, prometo hacer mejores noches y días contigo y por ti. Porque solo tú, no importando donde estés sigues en mi mente.

Te comencé a querer y cuando me di cuenta de que te necesitaba en mi vida ya estaba tomando un avión para volver a casa.

Sé que cambie tu vida, al igual que tú la mía, pero estoy claro de que tarde o temprano si la vida nos permite nos volveremos a ver.

Cierro el libro y dejándolo justo sobre el escritorio levanto la mirada para ver a mis estudiantes con una mirada llena de intriga hacia mí.

A ver que todos solo me observan en silencio me quedo callado y solo tuerzo mis labios en una sonrisa que logra conmover a varios de ellos.

Seco mis lágrimas y río porque me siento verdaderamente tonto llorándole a mis estudiantes.

-Profesor anda usted muy sensible desde que comenzó a leernos ese libro. Usted sí que es masoquista.-

Comenta una alumna al fondo y todos ríen incluso yo.

-¿Realmente ha renunciado a su herencia?

-No del todo he renunciado, mi padre quiere que consiga una buena esposa y tenga hijos. Solo de esa manera el total de mi herencia será entregada.

-¿Y si nunca se casa?

Miro al chico y felizmente respondo:

-Entonces viviré feliz siendo profesor. Amo mi trabajo, amo mis estudiantes y no hay nada en este mundo que me haga desear otra cosa.

-Y si la encuentra, ¿Van a casarse? ¿Tendrán hijos?

-Ustedes hacen muchas preguntas, volvamos a la clase. –

-¿Cuánto tiempo ha pasado?- cuestiona la misma alumna.

-Han pasado tres años.-

-¿No sabe nada de ella?- niego

-Absolutamente nada.

Nos quedamos pensativos todos y la directora tras dar unos leves toques en la puerta me anuncia que por fin la asistente que estará sustituyéndome mientras esté de viaje estará llegando a la institución pocos días después de que me vaya. Le deje material guia suficiente hasta que vuelva asi que creo que no sera molestia. También le deje tarea, y si desea uno que otro dia hacer lo que le plazca mientras los estudiantes no se afecten en la clase es bienvenida.

Son buenos estudiantes estará bien.

Tras la muerte de Caroline mi padre ha estado al tanto de todas las deudas, pero la herencia es un tema que ha estado mortificando cada vez que se menciona. No es difícil de entender que puedo vivir sin ella, que eso no es algo a lo que esté interesado. Realmente quiero vivir como una persona normal, tener mi esposa, una familia. Quiero sentir que lo que hago tiene un valor, que lo luche y me sacrifiqué por ello.

Siento la gran necesidad de encontrar a Aria, de volverla a tener en mis brazos. De quererla por mas de una semana. Realmente la quiero en mi vida, quiero a esa pequeña niña conmigo. Después del viaje la he pensado de tal manera que no tengo idea de qué hacer. Tengo muy claro que a estas alturas debe estar odiándome, creyendo que soy un completo idiota, que la he utilizado sin embargo no es así.

Mientras mi vida se complicaba en Londres ella era mi único escape. Nunca mentí cuando dije que estaba en un viaje de negocios, le prometí a mamá que dejaría las tierras a mi nombre y en buen estado. Papá también se haría cargo de la parte que le corresponde a él, en su estado de viudo.

Me quedan tierras en Londres. Mi hogar. Pero aquí donde vivo me gusta.

Me mude a España recién terminado escuela secundaria y me decidí por estudiar literatura, pero aquí me encuentro trabajando y siendo el mejor profesor de literatura que estos estudiantes jamás puedan ver, aparte de, ¿que mas puedo pedir? Vivo felizmente en el último piso de los apartamentos Palma en Jerez, Andalucia con mi perro Hugo.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora