Capítulo 4: La vida de otro punto de vista

25 0 1
                                    

Capítulo 4: La vida de otro punto de vista

"Vivo en una constante tormenta en donde mi cuerpo me pide una droga que en estos momentos no puedo darle, me pide a gritos que encuentre lo que quiere cuando quiere y como quiere"

Hace mucho tiempo que no sentía mi cuerpo desvanecerse después de una noche de pasión. El tiempo le da a tu vida lo que necesita cuando es el momento correcto. Y pensar que el día menos esperado encontraría el idiota, que ese día fuese el mejor de mi vida. Tener esa mirada oscura sobre mi cuerpo nuevamente, sus labios recorriéndome por milésima vez. Poder tener posesión de su cuerpo una vez más sin que sea un sueño. Poder encontrarle y confesarle que mi cuerpo moría necesitando el suyo. Ahora que lo tengo de frente puedo tener la completa libertad de decírselo. Decirle que no hay manera de quitarme estas ganas que tengo de volver a ser suya. Después de unos minutos besándonos me consumo entre él y la mezcla de licor. Extrañaba sus besos, su manera de tocarme, su olor.

Mientras me pierdo comienza a devorar mi boca, me dirige y poco a poco dejamos un camino de prendas por el suelo. Enredo mis piernas en su cintura mientras devora mi boca contra la pared. He saciado las ganas que me mataban, en las que cada noche me ahogaba, en las que cada día me torturaba recordando. He saciado la sed de su cuerpo que me debilitaba. He complementado mi existencia tras volver a verlo. Entre gemidos y jadeos, me hace suya una y otra vez hasta el cansancio. Minutos antes de quedarme dormida su dulce voz pronuncia mi mejor canción. Acurrucamos nuestros cuerpos sudados y por primera vez desde la última noche que lo vi duermo en paz.

El olor a comida inunda mis fosas nasales lo que causa que mi estómago ruja con rudeza. Tengo hambre y mucha. Trato de levantarme, sin embargo mi cuerpo pesa un poco. Vagas imágenes de lo que paso anoche rondan por mi cabeza y abro los ojos de un solo golpe. Tras intentar levantarme me mareo y trato de no pararme hasta que se me pasa un poco. Respiro repetidas veces mientras intento recordar un poco más. Recuerdo a mamá quitándome la botella, yo saliendo de casa molesta y después encontrándome frente a la puerta de...

-Maldición.- mascullo para mis adentros al recordar vagamente lo que hice ayer.

Trato de buscar mi teléfono pero no está por ninguna parte, sigo desnuda a lo que procedo a cubrirme con la sabana. Al fondo sobre una silla veo mi ropa doblada y cuando me paro para tomarla alguien entra a la habitación. Me quedo mirándolo por mucho tiempo, el no habla y tampoco yo. Solo lo miro. Se parece tanto al idiota que...

-Tu ropa está limpia.- dice interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Qué?- me siento un tanto desorientada a lo que él se acerca y toma la ropa.

-Me he tomado la molestia de lavarla mientras dormías.

-¿Tuvimos sexo?- me mira un tanto confundido

-Eh, ¿Si? ¿Quieres que haga como que nunca paso?-

Me visto en silencio. Recojo mi cabello y lo miro.

–No es eso.

-Entiendo.

-En mi puta vida he hablado contigo. ¿Qué se supone que te diga?

Ríe y se encoje de hombros.

-Siempre hay una primera vez.

Después de comer voy a casa y me doy una larga ducha. ¿Qué mierdas me ha pasado? ¿Por qué de tantas personas tuvo que haber sido el vecino? Al no saber si llorar o frustrarme solo río. Es que mi vida no puede ir mejor porque de la emoción me pasa un auto por encima. Termino de ducharme y me preparo para ir a trabajar, pero antes paso por el apartamento del vecino. No queda en mi piso sino en el segundo piso al lado de la escalera. Más preparada mentalmente para hablarle le aclaro la situación a lo que entiende perfectamente. Cuando salgo y subo al auto pienso en que... ¿Realmente estoy pensando en que él puede...? ¿Podría sustituir al idiota con un capricho? Inmediatamente descarto esa idea de mi mente. Realmente no puedo hacer eso. No puedo confundirme de esta manera. Aunque creo que es hora de que olvide y siga mi vida.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora