Te odio, Cara cortada (#Drarry #Harco)

Todo estará bien

Draco se separó de su madre y fie a abrir la puerta secandose sus ojos grises que ahora estaban rojos y acristalados.

-Hola mi amoor......¿que te pasa? -dijo Harry al notar un recibimiento extraño por parte de su chico.

El rubio abrazo a Harry y sin soltarle le hizo pasar, para luego deborarle en un apasionante beso que el moreno por su puesto siguió.

Snape por otro lado entró y tras cerrar la puerta se acerco a la mujer que leia la carta que el ministro había dejado.

-Narcissa, ¿que ocurre?-Dijo al ver qje también tenía los ojos húmedos.

-Esto Severus-Dijo la mujer dándole la carta temblorosa-¿Que vamos a hacer?

Snape se sentó en la amplia mesa y empezó a leer el escrito.

Draco tiró de Harry sin mediar palabra hasta ellos.

-Que? No pueden...pero ¿como?....por todos los dioses-dijo Snape sin poderse creer lo que acababa de leer.

-Ha venido personalmente el ministro a darnosla y a decirlo, es crueldad-y se derrumbó.

-Tranquila-la abrazo Severus dejando la carta en la mesa que Harry cogio.

-No, no, noo, pero como os pueden hacer eso-dijo Harry.

-Te dije Harry, te dije que pagaríamos lo que habíamos hecho de alguna forma-Dijo el rubio secandose las lágrimas.

-No, no tenéis que pagar nada, Severus, que vivan con nosotros, no los podemos dejar en la calle-dijo Harry abrazando a Draco.

-Eso mismo, no os preocupéis, viviréis con nosotros, la casa es pequeña pero nos apañaremos-Dijo snape.

-Y ahora-Dijo Harry dejando la carta- olvidemos esto por un momento y a pasarlo bien ¿Vale?- acarició a su chico secandole las lágrimas.

Este asintió y tiró de Harry hasta su amplia habitación, era preciosa muy Draco, las paredes eran verdes tenia una enorme cama con dosel completamente blanca y pequeños toques en plata.

-Vaya-Dijo Harry.

-Genial eeh, lastima que en nada vaya a dejar de ser mía-dijo el rubio sentándose en la cama.

-Volverá a serlo-se acercó a el Harry- Si no conseguimos que no os la quiten, pasado el año la comparé.

Draco sonrió.

-Eres genial Harry Potter-dijo el rubio y se levantó a besar a su dulce novio.

Este le siguió el beso, en breve se volvió un beso lleno de pasión y deseo, sus manos empezaron a acariciar los cuerpos de ambos por encima de la ropa.
Y supieron que esta vez se dejarian llevar, los dos supieron que esa mañana era el momento de entregarse por completo el uno al otro.