Y es que a nadie le importa nada. Nada. Esa es la clave. Sobrevive para vivir. Nadar para que a tí te importe algo, aunque seas tú mismo.
Porque, dime, ¿Cuántas veces te han preguntado cómo estás hoy? Cuántas lágrimas más tienes que derramar antes de poder salir a flote por tus propios medios, sin ayuda. Sola. Sin nadie. Con muchos alrededor pero sin nadie a quien le importes de verdad. A nadie. Por eso, nada para no quedar en la nada.
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Notas para mi ángel.
De TodoMe llamo Cristina y aquí escribiré algunas veces, notas para alguien y para nadie a la vez y otras veces, reflexiones. Escribiré para ella, que fue mi todo mientras estaba a mi lado, y que, ahora que no está, sigue siendolo. Y así será siempre. Aquí...