Para cualquier habitante aquella noche podría pasar desapercibida, pues las estrellas brillaban y todo permanecía en silencio; sin embargo eso cambio en un momento.
La paz que podría disfrutarse en ese momento se había esfumado, todo rastro de tranquilidad fue interrumpido por varios hombres que corrían detrás de unas misteriosas sombras. En las cuales destacaban dos hombres, uno pelirrojo y el otro alvino, más uno de ellos traía algo en brazos.
—No podemos seguir con esto—la voz de su acompañante se hizo presente sin dejar de correr—Morira si nos tratapan—
—No puedo—respondió con amargura—Es mi sangre, merece ser libre al igual que todos nosotros—
Los ladridos de los perros y las antorchas se hacían más presentes, ninguno de ellos sabía a qué lugar correr.
—Sería peor que su vida terminara cuando apenas inicia—aquel hombre de larga barba tenía razón aunque su compañero lo negaba—Tiene que quedarse y lo sabes muy bien—
Era duro, pero el mejor que nadie sabía que tenía razón.
Tras lograr desapercibir a todos aquellas que los perseguían, dieron con el lugar correcto. Una pequeña casa muy bien oculta en las sombras de la noche y sobre todo con la persona indicada. Tras tocar varias veces apareció una mujer, cabellera castaña y un poco regordeta.
—¿Qué sucede? —atónita escucho como el ladrido de los perros no estaban muy lejos—Sera mejor que entren—
—No tenemos mucho tiempo—se apresuró a hablar el pelirrojo—Por favor...—con mucho cuidado mostro a un pequeño bebé con una maraña de cabello.
—¡Por el espíritu del bosque! —Exclamo con asombro—¿Saben a lo que se arriesgan? —
—Nosotros podemos cuidarnos solos, el bebé no—la mujer simplemente observo como dormía plácidamente—Necesita de un lugar seguro hasta que la situación sea la más apropiada, se lo suplico—
Claramente era algo peligroso, pero ante la mirada angustiada del joven hombre no podía negarse. Especialmente al ver una cara tan tierna y llena de inocencia en aquel bebé, pues no tenía la culpa de nada.
—Pobre bebé—con mucho cuidado lo tomo en sus brazos para acunarlo—Vayan tranquilos, yo veré por...—un tanto confundida sostuvo las palabras en busca de un nombre.
—Merida—hablo el pelirrojo—Su nombre es Merida—una sonrisa broto de los labios de la pequeña al escuchar su nombre.
—Ese hombre no la tendrá en sus poder—con cariño acuno a la bebé—Vayan con los dioses, no le pasara nada mientras yo la cuide—
Con un gran dolor en su corazón la observo por última vez, esta parecía removerse y liberando una mueca de incomodidad a lo que la mujer intentaba arrullarla. Antes de irse aquel hombre le coloco en el cuello un collar con un grabado de tres osos.
—Papá regresara por ti, es una promesa—sonrió evitando llorar.
Sin más que decir ambos hombres desaparecieron en la oscuridad de la noche.
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Hello!
Lo se, ya extrañaban esta historia al igual que yo.
Antes que nada les ofrezco unas disculpas por quitar esta historia, pero debido a que no me gustaba el rumbo que tomaba tuve que tomar medidas antes de que fuera tarde. Ustedes son mis lectores y creo que minimo como escritora les debo cosas de calidad, por lo que estructure todo nuevamente.
Aclaro, habrá muchas modificaciones en la historia pero la escensia y la idea siguen siendo la misma.
Me a costado algo de trabajo pero creo que finalmente encontre el sentido que debe tener esta historia. Como lo mencione antes, esta historia sera un tanto diferente a lo que acostumbro hacer por lo que espero que sea de su agrado.
Estare subiendo uno o dos capitulos por semana (puede que más si veo que apoyan con votos y comentarios), pero esa decision la tendran que tomar ustedes.
De momento espero les guste, en verdad quiero que esta historia llegue a nuevas alturas.
