Muchos consideran que para que una amistad sea duradera tiene que pasar tiempo, no solamente para conocerse. Si no para comprenderse realmente y saber si funcionara en el futuro, ya que había amistades cortas y otras para toda la vida.
Hiccup y Merida deseaban que su amistad fuera más que duradera.
Los días pasaban rápidamente al igual que las estaciones, cuando menos se lo esperaron llego el crudo invierno. Cubriendo todo a su alrededor de un manto blanco mientras esparcía sus heladas brisas.
Para ambos todo era entre risas y alegrías, especialmente cuando jugaban con la nieve.
Merida estaba más sonriente e incluso buscaba la forma de terminar sus tareas lo más antes posible. Mientras que Hiccup siempre buscaba la forma de reunirse con su amiga pelirroja, aquella chica que siempre lograba hacerlo sonreír.
—Buenos días, mi querida princesa—sonreía Hiccup al entrar al establo—Una maravillosa mañana ¿No crees? —
—Habla por ti—bufo Merida—Mi trasero se congela en esta época del año—¿Cómo diablos llegamos del verano al invierno?, además sabes que no me gusta que me llames princesa—
—Bueno hay algo que me gusta llamar cambio de estación, mi dulce princesa—el comentario hizo que Merida rodara sus ojos—Si tomamos en cuenta todo lo que hemos hecho en ese tiempo...—con sus dedos comenzó a hacer cuentas—¡Vaya! El tiempo se nos fue volando—
—No puedes negar que tuvimos bastantes aventuras en este tiempo—se cruzó de brazos—En especial el día del lago—
—Si... sapos—el tono lleno de ironía era algo que Hiccup simplemente no podía ocultar—Realmente los amo—soltó con mucho sarcasmo—Pero no lo vuelvas a hacer—
El vikingo no pudo evitar hacer una mueca de asco ante el recuerdo, lo cual provoco diversas risas a Merida.
—No es mi culpa que no se convirtiera en el amor de tu vida—negó con diversión—tal vez si hubieras besado su tropa en vez de su ojo sería diferente—
—Prefiero pasar en esta ocasión—se adelantó—Ya tuve suficiente con tratar de quitarme ese mal sabor de boca por mucho, pero mucho tiempo. No es de mi agrado repetir la experiencia de momento—
Todos aquellos recuerdos que había recolectado en el transcurso de las estaciones era algo que los divertía y hacia sonreír, ninguno de los dos podía pensar que aquellos momentos era únicos. Obviamente la pelirroja le jugaba algunas bromas un poco pesadas pero eso no lo hacía enojar, incluso podría agregar que era agradable mientras no lo obligara a besar sapos. Gran parte del verano y otoño se fueron entre enseñarle muchas cosas a Merida, le sorprendía como una chica podía escucharlo sin aburrirse y notar el brillo de la curiosidad en sus ojos azules; aunque tampoco evitaban divertirse un poco cada que la pelirroja tenia oportunidad de salir de aquel lugar.
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Dreams Of Liberty
FanfictionUna historia de amor y libertad ¡Prohibido el plagio! Historia 100% mía