Treat you better

Capitulo 32

Camila POV

Fueron 30 minutos en los que estuve dándome una ducha de agua caliente y cambiándome de ropa en casa de Lauren. Yo había insistido en que solo necesitaba una toalla para secarme, pero ella podía ser muy terca a veces.

Me presto unos jeans y un suéter que eran de ella...olían como ella.

Todo el tiempo ella me estuvo esperando a fuera de su habitación, a pesar de que Lucy seguía en la casa, debo confesar que después de haberlo pensado un rato; odiaba a esa chica.

Y no la odiaba justamente por el indiscreto enamoramiento que ella tenía con Lauren, era solo que...odiaba su presencia, era todo, no podían culparme.

Ese rato en la ducha me ayudo mucho a pensar en que le iba a decir a Lauren, había llegado a su casa para arreglar las cosas, pero estaba enojada en ese momento, ahora ya estaba un poco más calmada y podía pensar con claridad.

Sin contar con que mi teléfono no dejaba de sonar, mi madre, mi padre, Roger, Richard, todos ellos estaban buscándome y no estaba en mis planes contestarles, estaba harta de ellos.

Salí de la habitación de Lauren, secándome aún el cabello con la toalla y me la encontré sentada en el piso del pasillo esperándome.

–Listo -le dije asustándola ya que no se había dado cuenta de mi presencia.

–Tardaste un poco -contestó mientras se paraba del piso, quedando frente a mi.

–Sí, lo siento -agache la mirada- necesitaba relajarme un poco.

–No te preocupes, hice chocolate en lo que salías -dijo mientras bajábamos las escaleras directo a la sala.

–En verdad no debiste Lauren, ya hiciste demasiado por mí hoy.

–Nada de eso, si viniste hasta acá en plena lluvia tiene que ser algo importante -llegamos hasta el sillón de la sala y me percaté de que estaba solo.

–¿Dónde está Lucy? -pregunte mirando hacia todos lados.

–Quiso irse, dijo que no quería incomodarte...aunque sé que no lo hace, ¿verdad? -preguntó segura de lo que iba a contestar.

–Oh, por supuesto, ya supere eso -dije mintiendo descaradamente aunque por dentro sabía que odiaba a la chica hasta cuando respiraba.

–Me alegra escuchar eso -me regalo una sonrisa de lado para después pasarme la taza con chocolate caliente.

–Gracias -fue lo único que atine a contesta, haciendo que se formara un silencio incómodo. Lo único que se podía escuchar era el sonido de las gotas de lluvia impactar contra las ventanas.

–Entonces...¿de qué querías hablar conmigo? -preguntó después de un rato. Lo pensé por unos segundos.

–Vine a disculparme, de echo -dije avergonzada.

–¿A disculparte? ¿Por qué harías eso? -preguntó extrañada y confundida.

–Tú sabes...por dejarlas...y...- iba a continuar hablando hasta que ella me interrumpió.

–Camila, detente...

–No, quiero que me escuches, Lauren -insistí- en verdad lo siento mucho, yo sé que ustedes confiaban en mí y yo...

–No quiero escuchar eso! -dijo casi gritando, dejándome en silencio rápidamente asustada por el tono de voz que había usado.

–Pero yo...

–No quiero que te disculpes, Camila -se acercó más a mí en el sillón- no quiero que lo hagas por qué no hay razón por la cual te tengas que disculpar.

–¿A qué te refieres? -le pregunte extrañada.

–No te disculpes por hacer lo que tu corazón te dijo, no te voy a mentir que al principio me dolió -dijo y agache la mirada, pero ella me la volvió a levantar haciendo que la mirase a los ojos- pero después comprendí que estabas haciendo lo que amas, y no puedo culparte por ello, ni yo, ni nadie.

–Pero, las chicas me odian y...

–Ellas no te odian, Camz, aún lo están asimilando, pero créeme, ellas nunca te odiarían aunque les pagaran -me dijo dándome una sonrisa de esas que le dejaban aún más idiota.

–También creí que tú me odiabas -dije avergonzada.

–Nena...nunca, escúchame bien, nunca podría odiarte -dijo sujetándome del cuello acercándose a mi.

–Lauren... -susurre al sentir su aliento fresco chocar contra mi cuello, cerré los ojos como reflejo.

–Camila, te he extrañado como loca, no puedes pedirme que no lo haga -me dio un beso un poco más abajo de mi oreja, haciendo que toda mi piel se erizara.

–No pares -le pedí al sentir como sus labios seguían bajando.

–Quiero hacerte el amor, Camila -me susurró al odio, succionado mi lóbulo.

–Quiero que me lo hagas -dije para atraer sus labios hacia los míos, sellando un beso lento y húmedo

–Vamos hacia arriba -dijo en cuanto nos separamos, asentí con la cabeza casi sin respiración por aquel beso.

-

Ya casi llega a su final :(

All the love, D