Treat you better

Capitulo 31

CAMILA POV

Salí lo más rápido que pude de aquel estudio de fotografía, a pesar de la lluvia que había comenzado, no soportaba estar ahí un minuto más, llevaba un mes fuera de la banda y el estrés me estaba consumiendo, sobre todo estar soportando a mis padres fastidiándome una y otra vez sobre mis proyectos en solitario.
Mi padre incluso había escogido el nombre de mi nueva fan base sin mi consentimiento.

Pero a pesar de todo el estrés y el enojo, no podía regresar, sería algo muy cínico de mi parte,

Tome el primer taxi que vi, Lauren vivía a 15 minutos de mi casa pero por algún motivo no la había topado estos días.

–¿Adónde quiere que la lleve señorita? -me preguntó aquel taxista mirándome por el retrovisor.

–Calle 34, por favor -dije solamente mirando por la ventana como la lluvia caía.

¿Qué podría esperar una vez que la volviera a ver? Podría echarme a patadas de su casa, podría aventarme un limón en la cabeza, un balde a agua fría, otro "thank youu", no podía deducirlo...

Los pensamientos en mi cabeza me acompañaban en el camino, hasta que el taxista encendió el estéreo...era Bad Things.

–Como odio esa canción -dijo en voz alta el taxista cambiando de estación.

–¿Ah sí? -me hice la desentendida- ¿por qué? Es muy buena...

–Es buena, lo reconozco, es esta chica...Camila Cabelo -contestó pronunciando mal mi nombre pero no le di importancia.

–¿Qué hay con ella?

–Mi hija, tiene 11 años y era fan de esa muchacha...-dijo mientras seguía conduciendo.

–¿& ya no lo es...? -volví a preguntar curiosa.

–La verdad no tengo idea, solo sé que esa chica hizo llorar a mi hija por 3 días seguidos...

–Puedo saber por qué?

–Se fue de el grupito con el que andaba...y mi hija nunca las conoció.

–Lo siento -conteste apenada poniéndome los lentes negros.

–¿Por qué se disculpa? -preguntó mirándome por el retrovisor.

–Sé lo que se siente -dije sin más, volviendo mi vista a la ventana.

El resto del camino fue silencioso, tuvieron que haber pasado al menos 10 minutos más para llegar hasta la casa de Lauren, le deje los $15 dólares al taxista y me baje justo al frente de su casa.

Ya era un poco tarde, la lluvia seguía, pero ya no me importaba mojarme, y algunas luces de su casa ya estaban apagadas, excepto la de la sala. Tal vez ni siquiera estaba, o tal vez si.

Estaba nerviosa como la mierda, no quería que me rechazara. Aunque me lo mereciera no podría soportarlo, amaba a Lauren Jauregui con cada partícula de mi ser y no podía darme por vencida tan rápido.

5 minutos que se hicieron 10, camine hasta su puerta y con mi mano escurriendo decidí tocar el timbre. A este punto ya estaba totalmente empapada.

20 segundos como máximo fue lo que espere en cuanto vi a aquella mujer abrirme la puerta.

–Buenas noch...¿Camila? ¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó sorprendida en cuanto me vio parada en la puerta.

–Sorpresa -dije sonriendo sin ánimos, no sabía que otra cosa decir.

–¿Por qué estás toda mojada? -volvió a preguntar totalmente confundida.

–¿Tal vez por qué está lloviendo? -respondí sarcásticamente tratando de darme calor frotándome los brazos- ¿Vas a dejarme entrar o no?

–Ehh, yo, Camila... -dijo tartamudeando hasta que escuche una voz a sus espaldas.

–Lauren, ¿por qué estás tardando tanto? ¿Quién es?

Podría reconocer esa voz en cualquier lugar;

Lucy.

–Es Camila -contestó sin más. Lucy se unió a la conversación en la puerta, que por cierto aún no me dejaban entrar.

–Oh, Camila -me sonrió- Cuanto tiempo -me examino de pies a cabeza- ¿qué fue lo que te pasó?

–Nada importante, quise tomar un baño...con ropa...y en la calle -respondí sarcásticamente.

–Genial -contestó en el mismo tono de voz- ¿qué trae por aquí?

–Vine por Shampoo Lucy, no es tu asunto -respondí ya frustrada por las preguntas estupidas que estaba haciendo.

–Cálmate, Camila -intervino Lauren- ¿quieres una toalla?

–No, quiero hablar contigo -dije mirándola a ella y después a Lucy- a solas.

–¿Estás segura que quieres estar a solas con ella, Lauren? -le preguntó Lucy.

–Solo será un minuto, está bien -le respondió.

–Te esperaré en la sala -le dije para dirigirme una última mirada e irse.

–Primero quiero que sepas que... -comencé a hablar una vez que estuvimos solas, pero ella me interrumpió.

–Cállate por un segundo -hizo una pausa- vamos a entrar y vas a cambiarte esa ropa mojada...

–Pero...

–Cállate -ordenó de nuevo- una vez que eso pase, podremos hablar.

–¿Qué hay de Lucy? -pregunte con miedo a que volviera a callarme.

–Ella no está aquí, ¿verdad? -preguntó y yo asenti con la cabeza- vamos, te llevaré adentro.

Me dejo pasar primero hacia su casa, me estaba muriendo de frío, literalmente.

–Oh...y...¿Camila?

–¿Si?

–Te extrañe.