Cap. 22

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Capítulo 22

El ministerio de la Magia

Harry corría por el primer piso seguido de sus dos mejores amigos para luego meterse en una aula y cerrar la puerta.

Por su lado y tiempo después, Ginny, Luna y Emily entraban a la misma al escuchar gritos.

- ¡Hola!-saludó Ginny, vacilante- Hemos reconocido la voz de Harry. ¿Por qué gritabas?

- No es asunto tuyo-contestó él con aspereza.

- No tienes por qué usar ese tonito conmigo-respondió ella fríamente-. Sólo quería saber si podía ayudar en algo.

- Futuras peleas de pareja-murmuró Alice.

- No, no puedes- espetó éste.

- Eres bastante maleducado ¿Sabes?

Harry soltó una palabrota.

- Haría chistes de huérfanos pero... también lo soy así que...

- Espera-dijo Hermione- ¡Ellas pueden ayudarnos Harry! Primero tenemos que saber si es verdad que Sirius ha dejado el cuartel.

- Ya te dije, lo vi...

- Por favor, Harry! Te lo suplico...

Y en poco tiempo, los seis elaboraron un trabajado plan; Irían a la oficina de Umbridge y utilizarían su chimenea para contactarse con Grimmauld Place. Ron distraería a la profesora diciéndole que Peeves hizo de las suyas en el aula de transformaciones; Ginny y Luna vigilarían los pasillos; Emily despistaría a la brigada inquisitorial (Malfoy, en mayoría); Y, por último, Hermione y Harry entrarían al despacho a usar la chimenea.

Mientras todos ocupaban sus lugares, la castaña se quedaba en el primer piso hasta que vio a el prefecto de Slytherin correr escaleras abajo para llegar al despacho de Umbridge; seguramente, el rubio ya había sacado algunas conclusiones.

- ¡Draco!

El chico se giró hacia ella y agitado le respondió.

- Lo siento Em, tengo que hacer algo.

La chica corrió rápidamente hasta quedar un escalón abajo de él e impedir que siguiese avanzando. Las escaleras comenzaron a moverse hasta cambiar hacia el rumbo contrario.

- ¿Qué carajos? Déjame pasar, Emily.

- No.

El chico consiguió bajar hasta el primer nivel esquivándola rápidamente. Pero, en un arrebato, ella, desesperada, lo metió rápidamente en el aula vacía que utilizaron antes para elaborar el plan y cerró la puerta dejándolos a ambos dentro.

Draco había caído de espalda y antes de que se pusiese de pie, la chica se colocó a horcadas sobre su cintura y comenzó a besarlo.

El rubio estaba paralizado hasta que se relajó por un segundo y se prestó para los besos de la chica.

Cuando Emily pensó que ya no era necesario contenerlo y relajó su agarre, Draco consiguió girarlos para él quedar arriba y poder escapar de la chica. En su intento, Emily se sostuvo firmemente como un koala a la pierna del chico, impidiéndole la facilidad de moverse.

- ¿Cómo... cómo supiste?-preguntó algo corta de aire.

- Porque...-inhaló-siempre que nos besamos-inhaló de nuevo-soy yo el caliente. Y ahora que sé que me detuviste...-dejó de moverse y conectó miradas con la castaña- Creo que ya es tarde.

En un simple gesto, Draco la ayudó a ponerse de pie sin dejar de mirar los ojos turquesa de la chica.

Cuando pensó que todo había acabado, Draco la tomó como un saco sobre su hombro y comenzó a correr hasta el despacho de Umbridge.

Emily Bennett; (Harry Potter & The Vampire Diaries)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora