Un pequeño cuento.

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Existía una vez, un pequeño pueblo llamado othermill al sur de una ciudad también llamada del mismo modo. Todos se conocían, todos se hablaban ya que el pueblo y la ciudad en sí era pequeña.

En ese mismo pueblo vivia una jovencita de 15 años que vivía con sus padres, 2 hermanos y su abuela. La familia de esta joven sufria de mala fama en aquel pueblo, las malas lenguas habían condenado a la familia por llevar el apellido de una supuesta bruja que vivía hace ya muchos años en ese mismo pueblo.

La más sabía de la familia, abuela de la joven siempre le había dicho que eso era una total mentira, que no tendria que prestar atención a las habladurías de la gente, eso siempre la tranquilizaba hasta que llegaba la hora de ir al colegio. Sus compañeros se burlaban de ella, le decían la descendiente de la bruja e incluso muchas veces llegaba hasta a los golpes.

Ella nunca contaba nada.
Ella tenía miedo.
Ella creció y al cumplir los 18, a partir de su fiesta de cumpleaños comenzaron a pasarle cosas extrañas.

Lo primero: Podía sentir la energía negativa y las energias buenas.

Lo segundo: Le regalaron un libro no tan común.

Lo tercero: Le regalaron un ramo de rosas.

El libro y la rosas venian envuelto en un papel negro y contenía una carta que expresaba lo siguiente.

Si solo supieras entender que la vida de algunos no está hecha para ser normal, y que algunas veces un poco de ayuda de tus antepasados te puede salvar la vida, tu mundo sería el ideal.
Buscame cuando la última rosa desaparezca.

C.C

La última rosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora