El beso del ángel

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El curso acabó, todos esos días tuve el corazón revuelto, ahora eran principios de agosto.

Me desperté sobtadamente, estaba gritando "Seiichiro", tuve la impresión de que había tenido un sueño terrorífico, me pase las manos por la cara y me percaté de que estava llorando.

-¿Que ocurre Kishibe? -Dijo mi madre que había venido hacia mi cuarto al escuchar mis gritos-

-Tranquila, no pasa nada, seguramente fue una pesadilla.

-¿Quien es Seiichiro? -Me preguntó encuriosida-

-Es un compañero de clase, entró nuevo este abril -Dije con el corazón a cien tan solo de escuchar su nombre-

-A, que bien, ¿Y sois amigos?

-Si, ya sabes que no tengo muchos amigos, el es uno de ellos, es muy buena persona aunque sólo sonríe cuando esta conmigo -Dije de forma apasionada-

-Bueno espero que os lleveis bien.

-Gracias mamá, ahora que lo pienso hoy había quedado con el a las diez y cuarto -dije nervioso-

-Son las diez, si te apresuran un poco llegarás a la hora, que te valla bien, arreglate un poco para estar presentable.

Me vestí tan rápido como pude, parecía que el corazón se me salía del pecho, ese día le hice caso a mi madre, me puse unos tejanos cortos que hacia poco que me había comprado y una camisa manga corta amarilla, luego de eso me peine apropiadamente.

Cuando me mirava al espejo me sentí como una chica que acude a su primera cita, esa idea hizo que me sonrojarse.

-¡Vamos! Él me está esperando en el parque de acerca al Instituto, ¡en unos cinco minutos a pie estaré allí!

Salí de casa rápidamente y empecé a andar hacia mi destino, estava más feliz que nunca, después de mucho tiempo conociendonos nunca habíamos quedado para ir a algún sitio, las únicas ocasiones donde estábamos a solas eran detrás del colegio o antes de que empezarán las clases.

-¡Hola! -Dijo con una sonrrisa como la de siempre-

-Perdón por la tardanza, me dormí y para colmo tuve que desviar mi ruta por culpa de unas obras -Dije un poco triste-

-No te preocupes, no pasa nada, te ha dicho de quedar porque quiero que veas una cosa que es sorprendente.

-Que cosa? -Dije intrigado-

-Ahora no te lo puedo decir, vamos a mi casa, esta aquí cerca, allí te lo podré enseñar.

-Vale, ¿pero porque no puedes mostrarmelo aquí mismo?

-No, lo siento, ahora no te puedo decir el motivo ya que sino perderá emoción -Dijo con voz burleta-

A si que fuimos andando hacia su casa, tal y como el dijo, no estava muy lejos del parque, esa zona se caracterizaba por no haber bloques de pisos, sólo habían casas, nos paramos delante de su casa, era una casa bastante grande y bonita en comparación al piso donde vivía.
Abrió la puerta de la entrada y entró adentro, yo aún estaba asombrado en esa casa, era preciosa.

-Anda! No te quedes ahí, que hace calor, entra adentro y a sí te enseño lo que te he dicho antes.

-Vale, ahora voy! -Dije muy animado-

Al entrar en su casa algo me era extraño, no había nadie en ella, todo estava en silencio y una presència misteriosa invadia cada rincon de la estancia.

-Seguramente te preguntarás porque te he hecho venir hasta aquí, tranquilo, en esta casa esto y yo sólo a si que no te inquietos por el hecho del silencio

Parecía como si hubiera leído mi mente, la verdad es que estava inquieto y con la aclaración de que vivía sólo me puse más nervioso, mi corazón se aceleraba de nuevo.
Fuimos a la cocina y preparamos algunas cosas de comer, luego las llevamos a la mesa y después de comer la mayor parte de ellas se levantó y me dijo; "levantate, ahora vas a alucinar con esto" Seguidamente me levanté sin decir nada más, sólo esperava que el hiciera algo.

-Quedate quieto ahí, y no hagas nada hasta que ocurra -Dijo de forma alegra pero al mismo tiempo misteriosa-

-De acuerdo!

Lentamente el se acercó a mi, dando tres pasos, luego dijo una frase en un idioma extaño el cual nunca había oído, se acercó más a mi y me paso las manos por detrás de la cabeza, acercó su rostro al mío y me besó en los labios.
Noté una sensación de cosquilleo en ellos, acto seguido el cuerpo de Seiichiro cayó al suelo, me asuste mucho al verlo allí tirado.

-Kishibe, tranquilizate, yo estoy bien, lo que ha pasado es que he logrado volver a la forma original de ángel -Dijo una voz proveniente de mis espaldas la cual parecía a la de Seiichiro-

Sobtadamente me giré y allí mismo, en mis mismisimas narices había un ángel de alas negras con la apariencia de Seiichiro.

--CONTINUARÁ--

Ángeles blancos y negros [En Pausa] {Corrijiendo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora