Última vez[WooGyu]

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— Te...Odio— Era lo único que podía salir de sus labios mientras su cuerpo era embestido con gusto por el menor, aquel al que supuestamente odiaba. Sus manos se aferraron a la sábana mientras sus piernas se encontraban en los hombros ajenos; mordía su labo inferior tratando de aguantar aquellos gemidos traicioneros que querían salir de su garganta, y es que no podía negar que WooHyun sabía moverse, que sentirlo dentro de su cuerpo era exquisito para su sentido. Y sólo podía pensar que su cuerpo era bobo por estar disfrutando de aquello una vez más.

— Yo a ti.—Woohyun por su parte, gustoso hincaba sus dedos en los muslos ajenos, respondiendo apenas eso, mientras lo sostenía para que su pelvis chocara con más fuerza contra las nalgas del mayor al penetrar aquel cuerpo que se había convertido en su tentación aun con todo el odio que decían tener. ¿Cuándo había comenzado su gusto por alguien a quien supuestamente odiaba? No tenía idea,  quizá ni si quiera era gusto, tal vez sólo era tensión sexual, o simple atracción por el cuerpo ajeno y es que hundirse entre sus nalgas era sentirse en la gloria para Nam, golpear una y otra vez ese lugar que obligaba a SungGyu a dejar de morder sus labios para poder gemir con gusto, su rostro sonrojado a causa de la temperatura y su cabello pegado a la frente por el sudor, su intento de negación hasta que Nam lo besaba y se daba el gusto de recorrer su boca con la lengua de manera suave, bajar hasta su cuello donde aprovechaba y mordía con gula dejando tantas marcas rojas como podía, sabía que al otro día el mayor se enojaría, y éso le encantaba, para luego terminar así, con ese blanquecino cuerpo bajo él, como si estuvieran hechos para encajar  desde siempre. 

— En serio...Te odio tanto— Pronunciaba apenas con su respiración algo errática, pero su cuerpo decía lo contrario, más cuando WooHyun bajó sus piernas   y SungGyu las abrió tanto como le fue posible dejando que se posicionara entre ellas, abrazó el cuerpo contrario y hundió sus uñas en la espalda del menor susurrando a su oído entre jadeos de excitación— Esta...Será la última vez, lo juro...

Nam soltó una sonrisa socarrona aun en ese momento, eran tantas las veces ya que había escuchado éso, desde la primera vez que él mismo había acorralado a SungGyu besándolo con tal de que se callara y terminara sus reclamos, luego de ello recibió un golpe en el rostro y el odio entre ellos siguió creciendo al igual que esa atracción que ambos negaban, hasta que lo hicieron por primera vez, jugar a la botella en una fiesta los había llevado casualmente a "Siete minutos en el paraíso" que termino en horas de sexo en la casa del menor, al otro día diciendo que no se volvería a repetir, que sería la última vez.

Una última vez que se iba a repetir: una y otra vez.



#RetoDrabbles [INFINITE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora