Despertar con SungGyu era una de las cosas favoritas de sus días, tanto que una sonrisa boba se instalaba en su rostro, acomodaba los cabellos ajenos , hasta que quedara un espacio en su frente para dejar un beso, dejando luego uno en sus labios. Se levantaba temprano cada día, mientras veía a SungGyu de reojo en la cama. Cuando el reloj marcaba las 8:00 am, le contaba lo que haría en el día, a dónde iría, con quien, y que llamaría a casa en caso de tardar más de lo debido. A veces solo recibía silencio, pero igual sonreía por éso, ese silencio se había vuelto su dulce encanto, con el pasar de los días.
WooHyun salía por horas, a veces se encontraba con amigos, le preguntaban por SungGyu y él sólo respondía que andaba un poco enfermo , todos asentían y seguían con sus vidas, como si nada, sin otra pregunta que alterara aquella rutina a la que había llegado Nam, tomaba su café a las 6:00 pm y volvía a casa. Sonreía al ver nuevamente a su amor, se sentaba a su lado y tomaba su mano, dejando besos en cada uno de sus dedos, como si de la pieza más delicada de porcelana se tratara. Lo levantaba con cuidado y lo ayudaba a bañarse ¿Qué más podía hacer después de todo?
Recostarse a su lado, hablarle de su día, reírse de sus propios chistes, mientras en sus oídos y mente resonaba aquella dulce risa y aquel gesto de tapar con su mano sus labios cuando reía de algo vergonzoso ; si definitivamente era otra parte del día que amaba Nam: Recordar.
Pero su favorita de cada día definitivamente, era retirar las prendas que cubrían al mayor, repasar con su mirada aquel cuerpo desnudo para luego hacerlo con sus dedos, como si sus huellas tuvieran memoria y no quisiera perderse ni uno sólo de los detalles de su piel, al igual que sus labios, que recorrían con gusto tanto como le era posible, le encantaba ensañarse con sus pezones mientras su mano jugaba con el miembro del mayor. De nuevo aquellos gemidos de placer resonaban en su cabeza, sus jadeos, sus súplicas por más, que Nam atendía con gusto. Se acomodó tomando las piernas ajenas para llevarlas a sus hombros, sintiendo a su erección doler por la ansiedad y excitación que ese momento del día le causaba, se introdujo lentamente, disfrutando él, sabía que SungGyu también lo hacia, o eso asumían sus pensamientos, mientras lo embestía una y otra vez, hasta terminar por correrse en su interior entre jadeos roncos y bulliciosos, Bajando sus piernas aun sin salir de él, repasó ese precioso rostro que aun amaba, sonriendo una vez más al saber que SungGyu nunca se iría, se lo decían esos pequeños y hermosos ojos tan apagados, sin vida, como si le recriminaran. Pero no era verdad, WooHyun lo sabía, su mente se lo decía, mientras volvía a embestirlo lentamente.
SungGyu jamás lo culparía de haberle matado días atrás.
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Necrofilia: Es un tipo de patología sexual que consiste en la excitación erótica causada por la contemplación, el contacto, la mutilación o la evocación mental de un cadáver.