Acto Primero

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Salen LISEO, caballero, y TURÍN, lacayo, los dos de camino


LISEO: ¡Qué lindas posadas!

TURÍN: ¡Frescas!

LISEO: ¡No hay calor?

TURÍN: Chinches y ropa tienen fama en toda Europa.

LISEO: ¡Famoso lugar en Illescas! No hay en todos los que miras quien le iguale.

TURÍN: Aun si supieses la causa...

LISEO: ¿Cuál es?

TURÍN: Dos meses de guindas y de mentiras.

LISEO: Como aquí, Turín, se juntan de la corte y de Sevilla, Andalucía y Castilla, unos a otros preguntan: unos de las Indias cuentan, y otros, con discursos largos de provisiones y cargos, cosas que al vulgo alimentan. ¿No tomaste las medidas?

TURÍN: Una docena tomé.

LISEO: ¿E imágenes?

TURÍN: Con la fe que son de España admitidas por milagrosas en todo cuanto en cualquiera ocasión les pide la devoción y el nombre.

LISEO: Pues, de ese modo, lleguen las postas, y vamos.

TURÍN: ¿No has de comer?

LISEO: Aguardar a que se guise es pensar que a media noche llegamos; y un desposado, Turín, ha de llegar cuando pueda lucir.

TURÍN: Muy atrás se queda con el repuesto Marín; pero yo traigo que comas.

LISEO: ¿Qué traes?

TURÍN: Ya lo verás.

LISEO: Dilo.

TURÍN: Guarda.

LISEO: Necio estás.

TURÍN: ¿De esto, pesadumbre tomas?

LISEO: Pues ¿para decir lo que es...?

TURÍN: Hay a quien pesa de oír su nombre. Basta decir que tú lo sabrás después.

LISEO: ¿Entretiénese la hambre con saber qué ha de comer?

TURÍN: Pues sábete que ha de ser... 

LISEO: ¡Presto!

TURÍN: Tocino fiambre.

LISEO: Pues ¿a quién puede pesar de oír nombre tan hidalgo? Turín, si me has de dar algo, ¿qué cosa me puedes dar que tenga igual a ese nombre?

TURÍN: Esto y una hermosa caja.

LISEO: Dame de queso una raja; que nunca el dulce es muy hombre.

TURÍN: Esas liciones no son de galán, ni desposado.

LISEO: Aún agora no he llegado.

TURÍN: Las damas de corte son todas un fino cristal; transparentes y divinas.

LISEO: Turín, las más cristalinas comerán.

TURÍN: ¡Es natural! Pero esta hermosa Finea con quien a casarte vas comerá...

LISEO: Dilo.

TURÍN: No más de azúcar, maná y jalea. Pasaráse una semana con dos puntos en el airede azúcar.

LISEO: ¡Gentil donaire!

TURÍN: ¿Qué piensas dar a su hermana?

LISEO: A Nise, su hermana bella, una rosa de diamantes, que así tengan los amantes tales firmezas con ella; y una cadena también, que compite con la rosa.

Lope de Vega - La Dama BobaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora