If the darkness will shine...?

Capítulo VI: «El inmenso mar de oscuridad»

Percy P.O.V.

Estaba molesto, enojado, enfadado.

Pero el sentimiento se iba dirigido hacia mi, no hacia ninguna persona, ni siquiera a Malcom, con el que debería estar enfadado por haberme tratado de esa manera, cuando vine a otorgar mis disculpas.

Pero él en cierto modo tenía razón, todo era mi culpa, no valía la pena pedir disculpas cuando él acto irremediable que había cometido hace un año atrás, no podía ser olvidado.

Era mi culpa de la muerte de Bianca, del sufrimiento de su familia, si yo no la hubiera ofendido, si yo la hubiera acompañado a casa, como siempre lo habíamos hecho...

Era una gran culpa que se quedaría inmortalizada en mi corazón y alma, una herida abierta que nadie podría sanarla.

Caminaba con la cabeza agachada, no quería que mi mirada se encontrara con alguna persona desconocida o conocida, porque yo estaba llorando, lágrimas se me escurrían de la barbilla, al recordar los tiempos con mis amigos y especialmente con Bianca...

Y no era el único que lloraba, él cielo me acompañaba.

No llevaba nada para protegerme de la lluvia, las gotas me empezaban a escurrir por todo el cuerpo.

La noche se asomaba, pero no le tome importancia, las estrellas y la luna empezaban a asomarse por el nublado cielo.

Estaba cansado de caminar, así que decidí descansar, divise desde lejos el parque de la ciudad, donde con Luke y Rachel nos divertíamos continuamente, si no fuera por ellos, me hubiera vuelto un niño solitario, pues los primeros días de la muerte de Bianca y de la mudanza a San Francisco, me prometí a no tener mas amigos, pero eso cambio al conocer a esos dos.

La lluvia había parado, el cielo comenzaba a despejarse, a la luz de la luna las estrellas lucían hermosas, como pequeños astros, a diferencia de Nueva York, mi antigua ciudad y hogar.

La culpabilidad era un sentimiento que resbalaba a montones en mi corazón, las pesadillas que se me aparecían todas las noches, me daban a entender... Que todo era mi culpa.

El dolor se me aferraba fuertemente al alma, y yo merecía ese dolor, no quería pensar él daño que le había causado a sus padres y a su pequeño hermano Nico Di Angelo, ellos deberían de estar destrozados.

Si ella estuviera viva, si tan solo...

Pero todo era mentira, Bianca esta muerta, su alma en algún lugar, su existencia había desaparecido completamente en todo el mundo, y si de algo estaba seguro, es que la muerte es inevitable.

Bianca estaría decepcionada de mi como yo lo estoy de mi mismo, me estaba empezando a dar cuenta que me encerraba en mi propio infierno personal de sufrimiento y dolor.

Me estaba hundiendo en lo profundo del mar. Sentía la sensación de que cada vez me ahogaba. Primero por la muerte de Bianca y ahora tener que soportar la enfermedad de mamá.

Si, no tenia solución, aunque tuviese dos amigos ellos no podían hacer nada para sacarme de ese pozo sin fin.

Me levante de mi asiento y empecé a caminar cabizbajo.

Y... ¡Imaginar! Que en un momento pensé que la vida solo era diversión. Mi ignorancia ha hecho que me convierta en la persona que soy ahora: lleno de culpabilidad y tristeza.

Algo se movió en los arbustos, por lo que pare en seco, pero no lo tome importancia. Tal vez era un gato callejero o que se yo.

Después de unos minutos se dejo de mover, pero aun así, no continúe caminando, me quede observando las estrellas y se me vino un recuerdo a la mente, él recuerdo cuando aún vivía en New York, cuando Bianca estaba aún viva.