Capítulo final, {parte 1/2}.

955 43 0
                                    

   《...》

—¿Ahora que hacemos?

Entramos a la habitación, ya habíamos terminado de almorzar. Debo decir quede totalmente satisfecha, pero el sueño había vuelto a mi.

—Dentro de este cuarto, con esa cama y tu tentadora vestimenta... se me ocurren muchísimas cosas ma cherie.

Me abraza por la cintura, e instantáneamente me río. Este hombre es insaciable. 

—Justin, tengo sueño —alce una ceja y un suspiro de el chocó contra mi cuello.

—Entonces vamos a dormir... antes que me arrepienta —murmura.

—No te enojes —me doy vuelta para mirarlo a la cara— por favor.

—No lo hice nena —sonríe, pero no le creo.

—Te conozco lo suficiente —susurro y apoyo mi mano en su pecho— para decirte que eso es mentira —al terminar lo miro a los ojos.

—No es enojo, es... decepción —contesta unos segundos después.

—¿Estás seguro? bueno... —me detengo para pensar— si queres yo... puedo cambiar de opinión —murmuro.

—Estoy seguro... ¿lo harías? —me mira con una ceja levantada.

Asiento con la cabeza y luego uso ambas manos para desabrochar lentamente su camisa. Una idea juguetona atravezó mi mente.

—Solo si estas dispuesto a algo...

—Lo que sea Lea —me interrumpe.

—No puede haber penetración de por medio.

Levanto mi mirada para ver su reacción, al parecer no esperaba eso.

—No entiendo —dijo después de unos segundos.

—Es simple —sonreí— no vas a follarme hasta que no te vea jodidamente desesperado por hacerlo.

—Wow, al parecer tu mente es muy ingeniosa nena —murmura y se relame los labios.

—Estando a tu lado, soy capaz de muchas cosas —termino de desabrochar su camisa y su pecho se tensa por mi tacto.

—Soy consciente de ello —suspira.

Me alza en brazos y enseguida su boca tiene contacto con la mía. La desesperación de Justin se siente a cientos de kilómetros... quiero ver de que es tan capaz de soportar. De todos modos, ahora que lo pienso, esto va a ser un tipo de tortura para mi, ya que lo único que deseo ahora es que me folle, yo y mi maldita costumbre de hablar antes de pensar.

Se acerca a la cama, y nos hace caer en ella, yo debajo de el.

—Esta ropa estuvo estorbándome desde que te la pusiste...

Con su ayuda retiro mi remera celeste, y unos segundos después la pollera también.

—Así que sin penetración de por medio —murmura y vuelve a subirse sobre mi— ¿cuándo propusiste eso, hablabas solo de mi polla?

—Si —jadeo, sus besos recorrían todo mi estómago.

Descanso mi cabeza en las almohadas, disfrutando de su tacto.

—Entonces puedo hacer esto...

No pude evitar gemir, su mano había entrado por debajo de mis bragas, metiendo 2 dedos en mi interior. Maldita sea, estaba necesitando su polla, pero no iba a caer en sus tentaciones, tenía que resistir un poco mas.

—Mierda —jadea— estas tan preparada para mi Lea.

Me mordí el labio, tratando de callar otro gemido. Deja de besar mi estómago y vuelve su cabeza hasta quedar frente a frente conmigo.

—¿Te gusta eso? —mueve su mano en mi interior, lento pero duro, como una embestida.

—Si —me relamo los labios mientras nuestras miradas se encuentran.

Jadeo fuertemente al sentir como otro dedo entraba, no duro mucho mi grito de satisfacción ya que Justin atrapó mi boca. Su lengua estaba contenta, no quiero imaginarme su polla.

—Tus gemidos estan volviéndome loco —murmura al separarse y se relame los labios.

—A mi tu mano —respiro agitada, necesitaba algo mas grande.

—Si puedo hacerlo con solo esto —mueve rítmicamente sus dedos, embistiéndome de nuevo— podrás imaginarte lo que soy capaz de hacer con mi polla.

Chillo desesperada, estaba tentándome el muy desgraciado. Y estaba consiguiendo lo que quería.

Su boca se hundió en mi cuello, marcándome como solo el sabe hacer, tocando mis mayores debilidades. Su mano estaba jugando conmigo, primero con fuerza, luego lento y después se detenía, me estaba frustrando sexualmente.

—Debería ser yo la que estuviera... torturándote de esa manera —susurró.

—¿Dejarte mi sagrada polla a tu disposición? —enseguida me río por eso— me encantaría ma cherie —su voz se torna oscura, y mi piel se eriza— pero habrías de haberme vuelto loco, solo con el simple tacto de tus manos... o tu boca en ella.

Sus confesiones nunca terminan de sorprenderme.

—Tal vez... en otra ocasión, pero ahora —su mano se retira de mi interior— estoy literalmente muriendo por follarte.

Su mirada estaba quemándome, sentía que con ella estaba pidiéndome permiso. Lo veía más que desesperado. Estabamos en las mismas condiciones.

—Y yo estoy muriendo, literalmente por que lo hagas... —jadeo.

Una sonrisa no tardo en aparecer de sus tentadores labios, ya no había que esperar mas.

A través del fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora