Capitulo 8 - El Gran Dragón Rojo

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Pvo General

Solo habían tenido una sensación de cosquilleo al cruzar del otro lado, no se sentia diferente, no sentían que morirían tal como lo decían los seres mágicos que vivían dentro, sus manos se mantenían sujetadas, sus ojos aún continuaban cerrados, tal vez se sentia un poco nerviosos por lo que sucedería ahora que estaban afuera.

Daphne fue la primera que abrió sus verdes ojos, fijando su vista sobre todas las rocas que se encontraban a lo largo del camino, dejo salir ese aire de sus pulmones y comenzó a respirar con tranquilidad.

No habia nada malo con lo que sucedía fuera del mural.

-Abran sus ojos – Daphne se encontraba en medio de Azalea y Lorien, los dos abrieron sus ojos, pero aun asi no respiraban – el aire no es malo – hiso otra prueba, inhalando y Exhalando ese aire – ven, no he muerto

Lorien y Azalea soltaron el aire contenido en sus pulmones, respirando por primera vez ese aire que al parecer era normal y parecido al del reino.

-¿No he muerto? – Lorien tocaba su pecho, revisando que aún estaba vivo y que ninguna parte de su cuerpo se habia caído, tal como los otros elfos le habían contado

-Continuas con vida Lorien – Azalea hablo con ironía mientras giraba sus ojos, revisando todo alrededor, parecía normal, giro un poco viendo ese mural mágico detrás de ella.

-Entonces ¿continuamos? – Daphne dio los primero paso, revisando que todo estuviera bien, Naida se sujetaba de su cabello, temblando por lo que esa pequeña intentaba – Andando – murmuro, Lorien y Azalea se giraron a ver, tal vez aun no estaban decididos a avanzar, pero Daphne ya se encontraba a varios pasos de ellos.

Todos caminaron despacio y sigilosamente, las piedras entra más avanzaban, mas resbaladizas se tornaban, era peligrosas, pero aun asi se atrevían a caminar.

Lorien las observaba, tenía miedo que en cualquier momento alguna de las dos cayeran al suelo por estar alejadas, todas la Dríadas morían al alejarse, ninguna se atrevía a ir más allá del mural, pero esas chicas eran demasiado aventureras

-Si comienzan a sentirse mal, me avisan – Lorien caminaba detrás de ellas, sería imposible cargarlas a las dos si se desvanecían o se sentían mal, sabía que era una mala idea.

-No seas molesto Lorien – bufo Azalea, ella era mucho más diferente a Daphne.

A Azalea cualquier cosa le molestaba y la ponía de mal humor, aunque era muy dulce y tierna, tenía un carácter muy diferente a Daphne, ella sonreía a todo, ella era amable y bondadosa, nunca decía que no.

Seguían avanzando con cautela, tratando de llegar a la cueva de ese gran dragón, mientras más avanzaban, el frio comenzaba a disminuir, un clima cálido los rodeaba, las Hadas habían comenzando a volar, los climas helados muchas veces quebraran sus alas si estas no eran protegidas en invierno.

El tintineo de Dulcina se escuchó, esta habia levantado su vuelo para revisar si aún faltaba mucho para llegar.

-¿Viste algo? – Pregunto Azalea, Dulcina solo negó – Creo que debemos continuar – Daphne afirmo, mientras que Lorien las observaba

-¿Enserio se sienten bien? – ya tenían minutos fuera del Mural, tenía miedo que ellas se pusieran mal

-Yo si – afirmo Daphne, no sentia nada fuera de lo normal

-Yo también – Azalea giro a ver a Daphne, las dos se sentían muy bien.

Los tres continuaban avanzando, el clima iba cambiando aún más, el calor estaba rodeando ahora el clima, Dulcina y Naida dejaron de volar.

The Princesses Of The ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora