Me siento tan tranquila cuando estás a mi lado. Es como si no necesitara de nada más que tu presencia para poder sonreír.
El sol alumbra tu cara levemente mientras estás recostada en el pasto, que ahora es largo.
Tu cabello luce hermoso entre esa combinación de hierbas verdes.
Tienes los ojos cerrados, pero sé que escuchas lo que toco en la guitarra.
-¿Te gustaría ir conmigo a un lugar secreto?- Te saco de tus pensamientos.
-Me encantaría- Sonríes aún con los ojos cerrados.