8- "Tormenta"

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—Mierda, mierda... no, no puede ser— trago duro, apretando a mi pequeña hija contra el pecho, tratando del mismo modo controlar el gruñido que se ha formado ahí. Estoy tratando de respirar profundamente y recobrar la calma que tenía hace apenas unos cuantos minutos, pero Terence se ha sentado en el pequeño sofá en el que estaba yo hace un momento, ha dejado caer la cabeza encima de las palmas de sus manos y estirarse el cabello también, luce desesperado, quizá así me veo yo también. Dejo a Skyler en el sofá y me aseguro de colocarle un poco de protección para que no ocurran más accidentes, corro hasta la puerta y le coloco el pestillo, por alguna extraña razón, se siente un poco más seguro con eso bajo nuestros cuerpos, me siento bien con ello, no sé, quizá es solamente la vieja costumbre.

Tomo las fotografías impresas del suelo y mi corazón da un vuelco en cuanto soy capaz de hacer que mis ojos enfoquen a las personas que aparecen ahí, el temblor en mis piernas se ha vuelto aún más grande que antes, siento que voy a caerme en cualquier momento a gritar, se siente como si cada respiración me hiciera más débil, como jamás lo he estado antes; la madre de Katerine, con la pequeña Skyler, sentada en la vieja mecedora de madera del jardín trasero de su casa, a la que no he entrado solamente por respeto, además no creo ser lo suficientemente fuerte como para respirar el aire que ronde por ahí. Esa casa fue el hogar de Kate por mucho tiempo, años enteros, ahí pasaron muchas cosas, no puedo simplemente llegar y alterarlo todo, no sé si le gustaría, así que mejor me he quedado afuera y decidí ir a tomar algo con Terence esa tarde. Zayn, entrando por la puerta y dirigiéndoles una mirada suave con un maletín bajo el brazo, libre de uniformes de la policía, Angie, parloteando alrededor de ella y tomando su mano con la intención de jugar un poco. Esa fotografía es reciente, mucho más de lo que me gustaría aceptar. La madre de Katerine me llamó hace dos semanas, pidiendo ver a su nieta, no le negué el derecho, hasta me ofrecí a llevarla hasta allá con gusto. Mi pequeña pasó todo el domingo ahí, ahora entiendo porqué tenía el presentimiento de que un auto nos estaba siguiendo desde el camino de salida de allá. Decidí dejarlo pasar en ese momento, a decir verdad, no soy el único que se dice que ha estado paranoico estos días, quizá debía haber prestado atención. No puedo culparme, pero creo que ahora estaríamos alejados, por lo menos.

Quizá pude haber contestado a las llamadas de Zayn ofreciéndome ayuda cuando todo lo de Katerine estaba reciente, de días, quizá debí apreciar su ligero enfado y su intento por resguardarme de su madre, histérica hasta la mierda, gritándome que yo era el culpable, haciendo solamente más grande el dolor que tenía en ese entonces. Desee con todas mis fuerzas que ese terrible ardor acabara de una vez por todas, pero no fue así, solamente se perdió en el pasillo y no la volví a ver hasta que me pidió a mi hija para pasar una tarde con ella. No sé que es lo que ha cambiado, a decir verdad, tampoco sé lo que ha pasado conmigo desde ese entonces.

Skyler va a tener lo más parecido a una familia, va a tener todos mis intentos, voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que pueda gozar de una vida tranquila. Voy a luchar por ello, voy a lucha por mantener viva la única parte que me queda de Katerine. La única parte que me recuerda que ella fue malditamente real. Tengo que hacerlo.

—Todo va a estar bien, Ter—me acerco hasta él y me mira desde su lugar. Se talla la cara con las palmas de las manos, esta vez con más fuerza y trago de nuevo, luce jodidamente nervioso—. Yo voy a ayudarte a salir de esta. No te preocupes por nada.

—Harry... quizá si yo no hubiese venido todo estaría bien ahora, lo siento, en serio, yo... —habla, rápida y suavemente.

—No —le interrumpo—. No tienes por qué decir eso, yo estoy contigo en esto, tú estuviste para mí cuando no te lo pedí, te lo agradezco, estaremos bien—se levanta de su asiento, mirándome fijamente con los puños apretados, no me asusto en lo más mínimo, ni siquiera adopto una postura defensiva, este tiempo nos ha servido para conocernos mejor, eso es una especie de tic nervioso, lo hace cada vez que ve un partido de fútbol con mi hermano en la televisión de la sala, lo hace cuando le falta dinero en la cartera y lo hace cuando va a salir por la noche con personas que no me quiere contar —en su mayoría son chicas del bar—. Terence se encuentra nervioso—. Es mi turno.

|Dangerously| |Harry Styles/Secuela/ KU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora