|Dangerously| |Harry Styles/Secuela/ KU|

16- "Encanto"

—No, me niego a que use esa falda— me cruzo de brazos y me recargo en la pared. Mi madre se encuentra en el suelo, acomodando los pequeños rulos de mi hija de un lado a otro sin darles sentido. Ella deja escapar una pequeña risilla, la conozco también que sé que no tarda en echarse a llorar, no le gusta que la toquen demasiado, salvo yo, claro.

—Mamá, no quiere usarlos, déjala en paz—Skyler hace un puchero y me pongo de rodillas para cogerla entre mis brazos. Sé que pronto llorará y no quiero eso, ella tiene que estar feliz en su cumpleaños número dos; sí, mi pequeña ya está cumpliendo dos años desde que vino a este mundo, colocándome los pies en el suelo de nueva cuenta, pero a la vez, llevándome a cielos inexplorados. Hace dos años también, la vida se llevó a la persona que más he amado en toda mi vida, y la herida sigue abierta, pero ya no duele como antes, su recuerdo lejos de provocarme tristeza, causa dentro de mí estragos de felicidad, son momentos que nunca voy a olvidar y si me empeño en cubrirlos con las capas del dolor él único que va a salir lastimado soy yo. En todo este tiempo he estado hablando con un médico que es un viejo amigo de mi hermano que ha estudiado por años las mentes de los demás, y me ha ayudado mucho más de lo que creí. Johan escucha y no juzga, él no se quiebra conmigo cuando yo lo hago, es muy firme, y sé que no lo hace simplemente por la paga, él tiene un gran corazón y eso lo sé. Johan va a venir al cumpleaños de Skyler, ha oído hablar mucho de ella, pero en este tiempo no se ha —no nos hemos— dado el tiempo necesario para tratar de la familia, solo ha sido de mí.

—¿Pero por qué no? Sabe que le lucen preciosos. Además combinan con la falta que ya tiene puesta, lo siento—intenta acercarse a nosotros pero me alejo un paso más. Skyler se ríe en el hueco de mi cuello y siento escalofríos al sentirla. Eso siempre ha sido así y creo que no va a llegar el día en el que me pueda controlar lo suficiente.

—No quiere, mamá—ruedo los ojos, pero no puedo evitar soltar una sonrisilla nerviosa al sonar tan renuente. Sabe lo que le va bien a su nieta, y sé que no soy un adicto a la moda, pero tampoco dejo que se vista como una vagabunda.

—Bueno, la dejaré ir así, pero algún día va a ceder—Gen suelta una carcajada desde el pasillo. Se alisa la camiseta y me tira una mirada de aprobación. A ella tampoco le agrada demasiado la manera en la que mi mamá le hace los conjuntos.

—Hola, Harry—su voz me enreda el oído y se acerca para besarme la mejilla, le respondo. Últimamente nos hemos estado llevando mucho mejor, algunas veces salimos a pasear los tres juntos, de esas ocasiones, en gran mayoría de ellas recibimos miradas asesinas, seguramente piensan que Gen es una simple chica menor de edad que tiene una hija con un hombre un par de años mayor; no nos molesta, pero a Sky sí, y aunque es muy pequeña no le gusta obtener tanta atención, siempre suelo asociar ese hecho con su madre. Katerine era así, y me encuentro muy emocionado de que cuando crezca, ella sea tan parecida a su madre, aunque no me quiero apresurar.

—¿Qué tal? —le digo.

—¿Van a salir? —nos mira a ambos.

—Sí, iré a comprarle su regalo de cumpleaños— Skyler se aprieta más a mi cuerpo y le acaricio la espalda suavemente. Para ser las tres de la tarde se le nota agotada, o quizá está fingiendo, no lo sé.

—Cómprale lo que ella quiera, y le dices que yo he pagado una parte—me dice Gen, frunzo el ceño al instante.

—Pero...

—Voy a ir a cobrar, mi jefe me ha dicho que hoy tiene algo para mí—ella luce emocionada. Ha comenzado a trabajar en una empresa que se dedica a traducir libros escritos en idiomas extraños. Gen ama leer, así que ayuda traduciéndolos, además de que para cuando van a salir a la venta, solicita los permisos para tomar fotografías similares a las de las portadas, algunos aceptan y algunos no, pero para ella siempre es un reto, me ha tocado llevarla hasta dos ciudades más allá para conseguir una foto perfecta de un amanecer, tengo que decir que ha sido una de las cosas más satisfactorios que he hecho con ella desde siempre.