10|Crush.

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    Recuerdo la primera vez que lo ví, se veía lindo y también desconocido, pero lo lindo resaltaba; aunque muy poco tiempo lo observé sus facciones se quedaron grabadas en mi memoria; ojos cafés grandes y expresivos, labios delgados, cejas gruesas y llamativas por lo perfectas que se veían, cabello revuelto a la perfección, la cara alargada y la piel morena por el sol, no quería dejar de mirarlo nunca, pero tampoco quería parecer una loca acosandolo.
     

    El tiempo pasó, mi vida siguió, hasta que en una fiesta coincidimos, una amiga me lo presentó diciéndome sencillamente su nombre "Alejandro" o "simplemente Alex", nos la pasamos bromeando hasta que él se alejó y lo perdí de vista.
   

     Los días pasaron, mis esperanzas de verlo disminuyeron, pero una buena noticia me ayudó a no olvidarlo, cada fin de semana lo vería, me agradaba la idea; cuando por fin llegó el día de verlo todo fue diferente, él me saludó como si no me conociera, como si nunca hubiéramos hablado, como si yo no pensara casi todas las noches en él hasta quedarme dormida, y para rematar, había entablado una relación bastante amistosa con una chica que no me caía muy bien, y parecía que la chica estaba súper clavada con él. Aún así hice mi intento, sí hablamos pero nada del otro mundo, nada que me acerque a él.

    Otra vez, los días están pasando, nos hemos comunicado por mensaje un par de veces, pero no lo he visto en persona nuevamente.
Él no sabe que me gusta, que pensar en el me ilusiona, y que cada día las ganas de verlo aumentan. Me gusta físicamente, me gusta intelectualmente y sentimentalmente, porque las pocas veces que he hablado con él ha demostrado madurez y estabilidad mental.

    Siempre he pensado en un futuro juntos, aunque suene descabellado ante su falta de sabiduría o interés en mi, no me importa.
Tal vez sea un amor imposible, un sueño tonto, tal vez a él no le guste, no le parezca interesante o le caiga mal mi actitud, aunque en ningún momento le he dado señales de que me gusta o atrae, aún así puede haber una posibilidad de que él me aborrezca.

    Cada día que pasa el afecto que le tengo aumenta, pero mis esperanzas, por algún motivo, disminuyen.
Lo cierto es que nunca he sido una chica que se declare o sea muy abierta a conversaciones con chicos, y eso también me pone de nervios cuando pienso en Alex, pero por tenerlo cerca me basta para tratar de desarrollar ese lado social ausente en mí, aunque solo sea con él.

    Él no sabe nada. Me gusta que no lo haga, pero desearía que por lo menos sea mi amigo, al menos para tenerlo cerca...

Mis Vidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora