Mis manos se adentraban bajo su sudadera, llegando a sentir el frio contacto de mi tacto en sus huesos. Sentía su respiración entrecortada en mi oído, ambos estábamos comenzando a agitarnos.
-Ngh (T/N) espera...- Mis dedos se detuvieron sobre sus caderas –Hay algo que debo decirte...-
-¿S-si Paps?- Lleve mi lujuriosa mirada a encontrarse con la suya.
-Yo... No soy como los demás... Aquí...- Llevo sus manos hacia la cremallera de su pantalón, bajándola lentamente. Mis ojos estaban expectantes de saber a qué se refería.
-¡Papyrus!- Desde la abertura de su pantalón un fuerte brillo comenzó a propagarse, tan fuerte que me cegó.
...
Al volver a abrir mis ojos solo vi las calles de la ciudad.
-Nmmg- Mi frente estaba apoyada al cristal de la ventana del autobús. Me había quedado dormida en el viaje. Acomodé mi cuerpo sobre el asiento, intentando recuperar la poca compostura que tenía. Un pequeño hilo de saliva se había deslizado por mi barbilla. Lo limpie disimuladamente. Las pocas horas que había dormido estaban comenzando a afectarme.
Observe por la ventana intentando ubicarme, antes de que pudiese siquiera procesarlo bien me levante rápidamente, estaba llegando a mi parada.-Qué suerte...- Suspiré aliviada una vez abajo del autobús.
Caminé lentamente por las avenidas, había quedado con Paps en una plaza a las afueras de la ciudad.
Me senté en una de las banquillas del lugar, había llegado un poco antes de la hora acordada.
Busque un cigarrillo en mi chaqueta. Fumé tranquilamente mientras observaba las figuras que se formaban en el aire al llevarse el humo. Masajee mi cien, un leve dolor de cabeza se había hecho presente. No había pensado en como plantearle la pregunta que me llevaba persiguiendo desde la mañana. Simplemente esperare un buen momento, no quiero fracturar nuestra relación.Apague el cigarrillo en el piso. Ya iba siendo hora de que llegase. Revisé mi celular buscando algo interesante o divertido para pasar el rato.
Tenía un mensaje de Asriel:
-Hey, mira lo que encontré- Junto a su mensaje había adjunto una foto; era su vieja guitarra. Recuerdo fue él quien me sumergió al mundo de la música, enseñándome canciones y grupos de los cuales más tarde nos hicimos fanáticos. Llego a tocar bastante bien la guitarra acústica, pero cuando pudo tener por primera vez una eléctrica entre sus garras, que era prestada, se enamoró profundamente por segunda vez. Me incentivo a aprender a tocar algo para más tarde crear una banda juntos. Me costó un mundo encontrar lo que fuese para mí. Mi padre fue testigo de esto, muchos instrumentos pasaron por mis manos, pero el único con el que me sentía completa fue la batería. El ritmo y la sincronización deben recorrer tu cuerpo para llegar a la perfección, o a lo más cercano que me sea posible, teniendo en cuenta mi terrible torpeza.
El final de la historia fue que nunca llegamos a hacer una banda, Asriel hace algunos años tuvo un accidente. Estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado. Se fracturo el brazo y a pesar de que estuvo muchos meses haciendo manoplas para recuperar la movilidad de su muñeca, después de descubrir que no podía seguir las partituras como antes no volvió a tocar la guitarra.Suspiré entristecida. Adoraría volverlo a escuchar tocar. Después de todo, nunca llegamos a tocar juntos.
-Hey chica-
-IHH- Me exalte sobre mi asiento, volteándome rápidamente. Levante la vista buscando el rostro del alto esqueleto –Que puntual...- Me sonrío. Se sentó junto a mi luego de pasar sobre la banca -¿Entonces?, ¿Cuál es el plan?-
-Habrá una reunión hoy en mi casa, nada del otro mundo, invite a algunos amigos a pasar la noche y creí que sería divertido que estuvieras con nosotros –