LO QUE PASA EN LA CALLE [Naruto Fanfic]

Capítulo 3

—¡¿Por qué carajos está aquí?! —reclamó el rubio.

—Verás... —empezó a contar Sai— Esta madrugada después de que Kiba lo golpeó hasta el cansancio, llegó la policía y Sasuke dio la orden de que nos marcháramos, ¿cierto?

—Cierto —rodó los ojos

—Pero descubrí que aunque parecía, él aún no estaba muerto. Entonces le dije a Kiba que lo dejáramos allí, pero contemplé la posibilidad de que se recuperara y se convirtiera en un problema, es obvio que pertenece a una pandilla. Nosotros nunca nos hemos metido con pandillas —explicaba el chico pálido con calma mientras caminaba por la habitación.

—¿Podrías ir al punto? —Shikamaru se tiró sobre la cama del castaño, esperando el final de la historia.
 
—Entonces pensé en acabar el trabajo, pero Kiba no quiso. Según él, eso sería librarse fácilmente. Así que como pudimos lo subimos a la moto, y aquí estamos.

—Carajo... Bueno, chicos, hicieron bien, o algo así. Ahora tenemos que solucionar esto —Shikamaru se sentó nuevamente, paseaba su mirada por todos esperando ideas.

—Podríamos hacerlo sufrir, luego lo matamos, lo cortamos en partes y pequeñas nos deshacemos del cuerpo
—las palabras de Sai hicieron que el tipo abriera los ojos de par en par.

—Sai, ¿cómo podríamos cargar eso en nuestra consciencia? —la rubia nunca dejaba de sorprenderse con las palabras de su extraño novio.

—¿...Consciencia?

—¿Y si lo entregamos a la policía? —propuso Sakura— Es lo más obvio, aún no entiendo cómo surgió primero la idea de la descuartización.

—No, la policía no —Tenten habló desde la esquina de la habitación, cubriendo su cuerpo con sus brazos.

Y aunque nadie dijo nada, todos descartaron la idea inmediatamente.
Lo último que querían era hacerla sentir mal de nuevo.

—Este tipo nos puede ser útil para ubicar a los demás. Se esconderán después de la paliza que les dio Sasuke, saben que los buscamos —Shikamaru señaló al tipo—. Necesitamos mantenerlo con vida. Al menos por ahora, ya luego veremos qué haremos.

La idea del castaño recibió el apoyo de todos, era lo más prudente. 

—Entonces necesitamos mantenerlo así —terminó Naruto—. ¿Dónde lo meteremos?

Los ojos azules de Naruto se dirigieron hacia Neji, buscando alguna idea, pero el Hyuga no pronunció palabra alguna. Se mantuvo en silencio en la esquina opuesta a Tenten, con sus brazos cruzados y la mirada en el suelo.

—¡Mi closet no está disponible para ser bodega de secuestro! Esta mañana Hana casi lo descubre.

—Mi tío tiene cámaras por toda la casa —se negó Sai.

—No hay opción, debe estar en casa de Neji.

—¿Qué? ¿Por qué en mi casa, Ino? —habló por primera vez desde que llegó.

—Es el único lugar lo suficientemente grande. Podemos meterlo hoy que es domingo y los empleados descansan.

—No hay manera. Hanabi es muy curiosa y si Hinata se entera de algo...