Autumn

Autumn seis

Pronto, pasa una semana. Kyungsoo se pregunta cuanto tiempo es que va a durar este viaje de negocios, pero no se lo pregunta a Jongin. La mayoría de las veces porque o bien el nunca esta en el hotel con Kyungsoo o cuando esta, este esta borracho, fuera de su mente y todo lo que le importa entonces es bajarle los pantalones a Kyungsoo y llevarlo a la cama.

Ahora, Kyungsoo esta envuelto en una colcha, en el sofá. Esta cambiando los canales de la tv y por alguna razón, termina parando en un canal de noticias. Lo mira en silencio durante unos minutos y justo cuando esta a punto de cambiarlo otra vez, una imagen de el aparece en la pantalla. Un reportero informa a todo el mundo que este niño, llamado Do Kyungsoo, de 14 años, esta perdido. No se sabe donde esta o que es lo que le ha pasado, pero la policía cree que podría haber sido secuestrado, todo el mundo debe estar con un ojo sobre el. Muestran un bosquejo. El boceto luce dolorosamente igual a Jongin y lo señalan como el posible secuestrador. Kyungsoo se sienta tan pronto como su madre aparece en la pantalla.

―B-Bebe, si estas por ahí, por favor vuelve a casa. Mama lo siente por haberte gritado. Todo lo que quiero es que vengas a casa, bebe... Por favor, vuelve conmigo ―Kyungsoo siente nauseas. Literalmente, puede sentir como el vomito le subía por la garganta y antes de darse cuenta, esta corriendo hacia el baño. Vomito cayendo de inmediato al fondo del inodoro.

¿Secuestrado?

¿Por el hombre que ama?

¿Por el hombre que aprecia?

¿Por el hombre que, literalmente, le ha dado todo?

¿Por el hombre que lo deshizo de su madre y sus mejores amigos?

No. No era cierto.

Kyungsoo luego se lava y cepilla sus dientes cuatro veces. Una vez que termino de lavarse, la puerta se abrió y se cerro luego oyendo una voz que lo llamaba. Kyungsoo, una vez mas, ignora todas las advertencias que destellan en su mente mientras se forma una sonrisa en su rostro y camina hasta la sala. Jongin se despoja de su abrigo y sus zapatos, tirando las llaves en el sofá con un suspiro.

―¿Hiciste algo para la cena? ―pregunto Jongin, agotamiento entrelazado en su voz. La sonrisa de Kyungsoo vacila.

―¿C-Cena? No me d-dijiste que d-debía hacerla ―gestiona Kyungsoo a través de respiraciones entrecortadas. Puede sentir su inquietud aumentar rápidamente, por lo que es casi doloroso respirar. Esto no era bueno. No, no, no. Esto no era nada bueno. Las cejas de Jongin se fruncen.

―Um, ¿Si, lo hice? Te deje una nota en la nevera. Ven aquí, te mostrare, Ven aquí, vamos ―repite Jongin una vez mas, un poco mas fuerte hasta que se vuelve molesto por la resistencia que pone Kyungsoo para que se le acerque. Tan pronto como esta cerca, los dedos de Jongin se están envolviendo alrededor del delgado brazo de Kyungsoo arrastrándolo a la cocina con fuerza, un grito de dolor escapa de los labios temblorosos del adolescente.

―¡Mira! ¡Esta justo ahí! ¡Ahí esta el papel, escrito en letras gruesas! ¡Idiota de mierda! ―la voz de Jongin es tan fuerte a los oídos de Kyungsoo, se inclina en un vano intento de suavizar la voz enojada que le grita.

―¡L-L-Lo siento! ¡No lo había v-visto! ¡Haré a-algo ahora! ―Kyungsoo se las arregla para deshacerse del agarre de Jongin y se escabulle lejos hasta la cocina. Jongin murmura algo acerca de que es un inútil antes de salir de la cocina, sin olvidar el golpe en la puerta cerrándose detrás de el. Kyungsoo libera un suspiro que ni siquiera sabia que estuvo conteniendo. Su corazón sigue latiendo muy rápido y su inquietud solo empeora cuando termina de hacer la cena y se la lleva hasta la habitación. Dos tazones balanceándose en una bandeja, llenos hasta arriba de pasta y salsa. Esta era la única cosa que Kyungsoo podía hacer correctamente sin envenenar los alimentos, por lo que espera que Jongin no se ponga demasiado furioso.