Capítulo 17

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Abrazo a Martina y le doy un beso corto en los labios. Ella se despide de mí y avanza hacia las puertas donde va a abordar el avión. Antes de desaparecer del pasillo me regala una tierna sonrisa y me envía un beso haciéndome sonreír.

No me había dado cuenta de lo cuanto que extrañaría a Martina hasta en el momento de que vi que su avión había despegado.

El tiempo pasó rápido y ya era hora de irme a la Universidad. Tengo asuntos pendientes por realizar, asi que de una manera estaré ocupado en todos estos días que Martina no estará.

Cuando llego de una vez a la Universidad me dirijo al estacionamiento para esperar a Josh. No tardo en visualizarlo a unos cuantos metros de mí. Esta platicando animosamente con dos chicas del primer año. Sonrió y muevo la cabeza.

¡Dios, este no cambia!

Me acerco y las chicas posan sus ojos en mí en el momento de que llego a pararme atrás de Josh.

Este ni siquiera se da cuenta y las chicas susurran algo entre sí, no le tomo mucha importancia y solo me dedico a ignorar su presencia.

Espero solo unos minutos para que él se dé cuenta de mi presencia, pero ni siquiera voltea a mirarme.

Harto de esperar, me acerco a él para recargar mi brazo en su hombro y dejar que todo mi peso este en él.

Lo miro y sonrió cínicamente.

—Te estas divirtiendo—me separo de él y le doy una palmada en su hombro—.Vámonos ya, Romeo.

Empiezo a alejarme de ellos, mientras me dirijo a la entrada de la Universidad.

No soy adivino, pero puedo imaginarme lo disgustado por haberlo dejado en ridículo con aquellas chicas. Sé que viene detrás de mí, porque lo conozco y él no se quedaría después de eso en una situación incómoda con esas chicas.

Una vez adentro, voy hacia las escaleras para subir a la otra planta en la cual tengo clase.

Espero no llegar demasiado tarde.

Solo subo unos cuantos escalones cuando el sonido de las cosas caer hacen que baje mi mirada hacia abajo.

Veo a Lim y de inmediato bajo para ayudarla.

Lim no me mira, ella solo se dedica a levantar las hojas que se habían esparcido en el pasillo y en cambio, yo levanto algunos libros.

Ella nota mi presencia cuando la ayuda también a levantar algunas hojas regadas por el suelo.

—Toma—digo y le entrego los libros que recogí.

—Gracias.

— ¿Por qué llevas todo eso? —pregunto.

—Tengo una investigación que hacer, asi que fui a la biblioteca para tener algunos recursos necesarios para el trabajo—señala la cantidad de hojas y libros que lleva en sus manos.

—Bueno, me tengo que ir.

—Sí, descuida y gracias—sonríe.

Le doy una sonrisa y me dispongo a volver a subir las escaleras para ir directo a clase.

No lo olvides「 J o r t i n i 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora