Resulta confuso lo que pensamos, lo que sentimos y lo que observamos.
Mi alma torturada por el dolor, deseando que el final se acerque.
Sigo fallando, sigo llorando, sigo muriendo, sigo sintiéndome un asco.
"¿Que hago? ¿como escapo? ¿Olvidar, continuar o simplemente desaparecer?"
Esas preguntas me invadían mientras yo tomaba la navaja y sin pensar, ahora si no iba con juegos esto ya era enserio. Corte mi brazo izquierdo tan profundamente como pude, mientras las lágrima se deslizaban por mis mejillas, el dolor era insoportable, sabiendo que este seria mi fin. Podía sentir como me desangraba, sentía mi cuerpo cansado y poco a poco mis ojos se cerraban. Era como dormir.
Morir era como dormir.
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