Estaba hecho una pena
cuando entré en tu hospital
No había sangre en vena,
emergencia vascular.
Mi corazón latía,
pero no podía pensar.
Circulaba tontería,
tenía muerte cerebral.
Entré a quirófano riendo,
y allí estaba la cirujana.
Me lloraba sonriendo,
en desamor licenciada.
Con un bisturí usado
y un alma congelada,
me operó a pecho cerrao'
y me dio la patada.
Muchas gracias oh carnicera.
En tus manos mi tontería,
corre ahora sangre por mis venas
y me ha traído la alegría.
Pínchame, ¡sí, pínchame!
Me lameré la herida.
Vete ya y olvídame,
ya te dí por perdida.
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Cantares del corazón
PoetryLo siento y lo escribo. Cuando me muera esto puede considerarse mi autobiografía emocional en verso.