De lejos me llamó tu naturaleza,
tan intrigante, tan salvaje y tan nueva.
Y remé hasta ti, y regalé mi barca a la marea,
porque Isla, hasta tu arena es de la buena.
Me quedaré a vivir en tu suave clima.
Cuando llueve das refugio que cobija,
y contra el sol tus palmeras y colinas me miman,
y tus arrollos refrescan y dan vida.
Y no quiero volver al mar,
no queda nada que encontrar.
En tu selva me quedaré.
Y sólo quiero averiguar,
sí, que es lo que te hace temblar,
y cuando tiembles gozaré.
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Cantares del corazón
PuisiLo siento y lo escribo. Cuando me muera esto puede considerarse mi autobiografía emocional en verso.