1. Familia Morgan

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Primer capítulo, ok, admito que estoy nerviosa...

Youth

Bug.

Papá había estado llamándonos durante quince minutos pero nadie había movido ningún dedo de su lugar. Era bastante temprano, alrededor de las seis cuarenta de la mañana y aun eran vacaciones, el cuerpo simplemente no terminaba de despertar.

Yo me había desvelado bastante dándole una paliza en FIFA a Lou, ni siquiera me gustaban tanto los vídeo juegos, solo era muy divertido ver mi hermano molesto por perder.

—  ¡Familia Henderson-Morgan quiero ver sus traseros en el auto en cinco minutos!

El grito de mamá me hizo brincar, esa mujer no se andaba con rodeos. Escuche desde mi habitación los pasos apresurados de Lou y la risa de Jade por el pasillo de las habitaciones. Tome de mi cama el pequeño bolso deportivo, llevaba todo lo necesario para las vacaciones en la playa y lo suficiente para soportar el camino a Folly Beach.

Unos buenos auriculares y mi copia de El sabueso de los Baskerville. 

Baje rápidamente las escaleras encontrándome a papá de pie a lado de la puerta. El hombre estaba usando su playera de Papá #1 hecha por Jade, era toda rosada con manitas de colores y caritas felices con ojos y bocas deformes.

Me quise reír, papá solo hizo una seña con su dedo para evitarlo. Era un regalo horrible pero no rompería el corazón de una niña diciéndolo en voz alta.

Cuando salí de la casa, mamá ya estaba afuera con los brazos cruzados sobre su pecho.

  —  Bien repasemos todo. —  Ella giro hacia la minivan, Lou ya estaba arriba tendido en uno de los asientos que tomaba solo para el. —¿Tenemos la hielera?

  — Lista.  —  Papá le aseguro.

  —  Toallas, trajes de baño, bloqueador solar, su ropa, calzoncillos limpios, eso ultimo va para ti Lou. 

— Listo... ¿chicos?  —  Papá nos lanzo una mirada. Ya eramos bastante mayores para ordenar nuestras propias cosas.

—  Lo tengo. — Palmee mi bolso. Papá asintió con la cabeza.

—  ¿Taz, amigo tienes el tuyo? — Lou no levanto la mirada de su PSP. — Lou-Dean, ¿tienes tu traje y lo demás?

—  Andaré desnudo. — Mascullo.

—  Por Zeus, nadie quiere ver tu paliducho y pequeño trasero Lou-Dean. Ni siquiera yo, tu propia madre. Sube a a tu habitación a buscar tu traje de baño. — Lou rodó los ojos y abrió su propio bolso a su lado. Ondeó en el aire una prenda negra. —  Así me gusta. Muy bien. — Mamá señaló a papá.  — ¿Tienes mi café?

— En el auto, amor.  — Ella sonrió complacida.

— Genial, todo va muy bien. Tal vez este año si sean unas buenas vacaciones. 

— Vamos a Folly Beach, no son unas vacaciones verdaderas. Es como ir a la casa de la abuela. — Lou gruño. Las playas de Charleston no era su cosa favorita en el mundo.

— Disculpa Príncipe de Asturias, lamento si mis playas no son suficiente para ti. Tal vez nuestras vacaciones serian mejores si tu no hubieras talado el árbol de cien años de la señorita Conan.

— Lo único que la señorita Conan tiene cien años es el rostro.  — Mamá resoplo.

— No te hagas el bromista, niño. Tus jueguitos salieron muy caros.

Pequeños MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora