Capitulo 6

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Miro la ciudad de Nueva York mientras amanece. Es una vista de la que nunca me cansaré. Lanzo un suspiro y abro la ventana, dejando que el todavía aire fresco de la mañana inunde la habitación, al mismo tiempo que el olor a tubo de escape.

Escucho a Jonah retorcerse en la cama y me giro para mirarle. Tiene el ceño fruncido y respira rápidamente. Reconozco eso. Es por lo mismo por lo que yo paso cada noche. Una pesadilla. Corro hacia la cama, me siento en el borde y paso mis dedos por la frente de Jonah que abre los ojos de repente y mira hacia el techo con pánico, pero al notar mis dedos, se gira hacia mí y veo como su respiración se relaja. Me tumbo a su lado y le abrazo con fuerza. Noto como besa la parte superior de mi cabeza y entierra la cara en mi pelo.

-¿Qué pasaba?-le pregunto.

-¿Qué pasaba cuándo?-dice él, su voz es un susurro.

-En tu pesadilla-espero su respuesta, pero solo recibo silencio-. Jonah, he tenido miles de pesadillas, sé reconocer una cuando la veo. ¿Qué te preocupa?

De nuevo, lo que oigo es el silencio. Sus brazos me aprietan más fuerte contra él y noto como suelta un suspiro contra mi pelo.

-Soñé que morías-dice y se queda callado, pero continúa-. Una luz... Una enorme luz, te llevaba. Y yo no podía hacer nada para protegerte.

-Tonterías-digo y me separo un poco para poder mirar directamente hacia sus ojos color esmeralda-. Nada tiene la fuerza suficiente para conseguir que me aleje de ti.

Me da un ligero beso en los labios y me vuelve a abrazar con fuerza contra él.

-¿Cuántas veces ha pasado ya? ¿Cuánto tiempo llevas teniendo pesadillas?-pregunto en voz baja.

-Un par de días. Como mucho tres-dice él y nos quedamos callados unos minutos, hasta que Jonah vuelve a romper el silencio-. Pero... Siento como si intentasen advertirme de algo. Como si quisieran decirme que algo malo va a pasarte y...- Jonah vuelve a callarse y le miro sin saber que decir-. Deberíamos levantarnos. Por mucho que me gustaría quedarme aquí contigo todo el día, tenemos que irnos al Instituto.

Caminamos por el interior de la catedral de San Juan el Divino hasta llegar a la verja que nos lleva al interior del Instituto. La cruzamos y bajamos las escaleras hasta que llegamos al largo pasillo lleno de estatuas y cruzamos la puerta principal, pero no hay nadie en la biblioteca. Miro a Jonah y se encoje de hombros.

Pasamos por la puerta que cruce ayer hasta llegar al gran pasillo que lleva a todas las habitaciones del Instituto, bajamos las escaleras que llevan a la sala de entrenamiento y ahí los vemos a todos, colocándose armas en sus equipos de combate.

-¿Por qué no lleváis puestos vuestros equipos?-pregunta Barbara, que nos lanza una rápida mirada antes de volver a concentrarse en un cuchillo de aspecto mortal y metérselo en la bota.

Veo como Ava viene hacia nosotros con dos equipos y nos los tira. Jonah y yo los miramos y luego a ella.

-Podéis subir a cambiaros a las habitaciones de arriba y bajar luego para armaros.

Subimos a la primera habitación que nos encontramos y me pongo el equipo y me engancho miles de cinturones para llevar armas. Una vez hemos acabado, bajamos de nuevo a la sala de entrenamiento y empezamos a coger espadas serafín, dagas, cuchillos... Veo que Ava se cuelga un arco y un carcaj a la espalda.

-¿Sabes disparar un arco?-me pregunta Oliver, que está terminando de colocar una última espada serafín en su cinturón.

-Si...

-Pues coge uno, necesitamos gente cubriéndonos las espaldas desde lejos-y cuando termina de decir esto sale por la puerta.

-Espero que esto no tenga que ver con vuestra obsesión de que estoy demasiado delgada como para tener la fuerza suficiente para clavar una espada-digo malhumorada a la vez que voy hacia la zona en la que están los arcos y cojo uno de metal y un carcaj lleno de flechas, en cuyas puntas hay pintadas miles de diminutas runas.

The Chosen One (All The Stories Are True pt 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora