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Lea pasó la primera hora de clase, pensando en el chico del autobús, estaba en matemáticas repasando el tema de parábolas, aunque Lea entendía a la perfección, prefería no participar cuando la maestra preguntaba algo. Después de unos minutos de explicación, Lea se quedó dormida recargada en su pupitre; eran pupitres de dos personas, pero estaba sola, debido a que Sehun había faltado a esa clase. Se quedó en unos minutos dormida y sintió una voz sobre ella.

- ¡Señorita Gwon! – escuchó desde el escritorio de la maestra. Abrió poco a poco los ojos y sintió más de 20 miradas sobre ella. Se acomodó rápidamente sobre su silla.

- Disculpe, profesora. – musitó nerviosamente.

- ¿Conoce, aunque sea dos elementos de las parábolas? – preguntó de brazos cruzados indignada. Lea sentía aún las miradas de todos.

- Foco... y eje...- respondió Lea insegura.

- Así es...- dijo la maestra digna. Todos al no presenciar algún error, regresaron sus miradas al frente.

Sonó el timbre, la primera clase había terminado. Lea volvió a hundir su rostro entre sus brazos recargada en su pupitre. Cerró los ojos unos segundos, ignorando el ruido que hacían sus compañeros con las sillas.

- Hey...- escuchó la voz de Sehun que había acompañado con un pequeño golpe en su espalda con la mochila del chico.

Lea levantó la cabeza lentamente y lo fulminó con la mirada.

- ¿Estás molesta? – preguntó Sehun dejando su mochila en el pupitre y sentándose a un lado de la chica.

Lea lo ignoró y volvió a hundir su rostro entre sus brazos. Sehun soltó un suspiro de frustración y recargó su mejilla en su puño.

- Te traje algo... - canturreó Sehun sacando algo de su mochila. El obvio sonido de plástico alertó a Lea y se separó de sus brazos y observó que sacaba Sehun.

- ¿Qué es? – preguntó Lea ladeando su cabeza.

- Tus favoritas...- canturreó Sehun de nuevo y le tendió una bolsa de frituras picantes.

- Gracias... - dijo Lea por lo bajo con una pequeña sonrisa y tomó la bolsa.

- Vaya, hasta que sonríes... - dijo Sehun pretendiendo frustración.

- Calla...- musitó Lea, abrió la bolsa de un rápido movimiento y se llevó una papa a la boca.

- Que bueno, que te gustaron. – dijo Sehun con una risilla divertida.

El timbre sonó para el cambio de clases. Sehun se re-acomodó en la silla y le dio una palmadita en la espalda a Lea. Escucharon las pláticas y explicaciones del profesor de Historia, aunque Sehun interrumpía a Lea pasándole notas con dibujos y mensajes tontos.

Cuando seguía la clase de Literatura, Lea sacó el proyecto que habían hecho Sehun y ella el día anterior, era un ensayo bastante amplio, minutos después la jefa de grupo dio un breve anuncio.

- Chicos, la maestra de Literatura no asistió, así que los proyectos se posponen para la siguiente clase. – explicó la jefa de grupo, su nombre no era muy conocido, pero le decían Melie. Era una chica muy alta, blanca pálida de cabello negro, daba más pinta de japonesa que de coreana.

Todos se quejaron por lo bajo y rezongaron, mientras que otros festejaban, ya saben, los típicos idiotas que nunca hacían nada, y aunque se pospusiera el trabajo, ellos no iban a mover un solo pelo.

- Joder... - musitó Lea y dejó caer el proyecto al pupitre.

- Tranquila, señorita agresiva, que vale mucha calificación esta cosa. – dijo Sehun mientras acariciaba el ensayo como si fuera un cachorrito.

Lea se rio por lo bajo y sacó su celular para poder escuchar música.

- No, señorita anti-social, hoy vamos al campo. – dijo Sehun mientras le quitaba los audífonos.

- 1. El término correcto es asocial. 2. ¿Acaso no me conoces? En mi vida he querido ir al campo como pasatiempo. – indicó Lea con sus dedos.

Sehun rodó los ojos y se paró del asiento.

- Vamos, Lea, no puedes estar aquí siempre, tienes que aprovechar la vida. – explicó Sehun. – Disfrutar la hora libre. – canturreó.

Lea ignoró a Sehun y hundió su rostro en sus brazos. Sehun soltó un quejido, la tomó de uno de sus brazos y la levantó. Lea lo fulminó con la mirada y terminó aceptando ir al campo.

Se dirigieron al campo y se sentaron en las gradas, platicaron un rato hasta que notaron que un grupo de otro salón, estaban teniendo clase de gimnasia.

Sehun se rio por lo bajo al ver a más de 30 alumnos y alumnas corriendo en el campo exhaustos.

- Pobrecillos. – soltó Sehun. Lea soltó una pequeña risa. – Deberíamos ir a las gradas de más abajo para verlos de cerca, que esto se pone bueno. – dijo Sehun. Lea obedeció y los dos chicos se sentaron a la última grada que les brindaba mayor visibilidad.

- Okay Lea, ¿ves a la chica bajita de las dos colitas? – apuntó con la mirada Sehun.

Lea asintió disimuladamente.

- ¿Cuánto tiempo le das para que se caiga/vomite/llore/desmaye? – preguntó Sehun conteniendo la risa.

- Le doy no sé unos...- dijo Lea, pero fue interrumpida por el golpe que se dio la dicha chica al caer.

Sehun y Lea tiraron una carcajada, pero se taparon las bocas y desviaron la mirada pretendiendo que nada sucedió. Después de unos segundos de risas, continuaron con su juego.

- Vaya, que ya vienen los Golden boys de las chicas. – dijo Sehun apuntando con la mirada a cuatro chicos.

- ¿Quiénes son esos? – preguntó Lea confundida.

- El moreno alto, se llama Kai, es el más querido de las chicas. - indicó Sehun. – El delgado con cara de niña, es Luhan, también lo quieren, pero más las chicas de primer año- continuó. – El pálido que está a lado de la cara de niña, es Lay, ese no es tan guarro. – explicó.

Lea solo observaba fijamente a los chicos recargando su barbilla en su mano.

- Y el de atrás es más majo, aunque nunca se haya visto que sea guarro, no confío en él- supuso Sehun. – Se llama Suho. – agregó.

Lea abrió los ojos sorprendida al ver a Suho.

- ¿Cómo mierda nunca los notaste en la escuela? – preguntó Sehun. – Que son famosísimos con las chicas. – agregó con tono envidioso.

- Amh, no sé, no suelo notar a los chicos. – respondió Lea aún con la mirada en Suho.

- Seguramente...- musitó Sehun sarcásticamente.

Suho la volteó a ver y la saludó con la mano desde lejos con una sonrisa amplia. Los amigos de él la miraron y la analizaron de pies a cabeza. Esto incomodó a Lea haciendo que se sonrojara.

- Vámonos... Sehun... - pidió.

Sehun tenía los ojos pegados a las animadoras que entrenaban a la orilla del campo.

-Vamos, idiota... -musitó Lea. Se paró y pateo levemente a Sehun. Éste reacciono rápidamente y se levantó sin dejar de ver a las animadoras.

...

Los capítulos de está novela, serán cortos, solo para avisar, aunque creo que ya se dieron cuenta.💖

»Vacía«| SuhoWhere stories live. Discover now