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Lea salió del campo avergonzada, llevando a Sehun del brazo, caminando entre los pasillos, como si hubiera visto a la misma muerte.

— ¿Qué te pasa? — pregunta Sehun parándose en seco.

Soltó su brazo y volteó su cabeza para verlo.

— ¿No has visto? — preguntó huidiza. — Se me han quedado viendo esos tipos. — agregó.

— Vaya, ¿te da miedo el contacto visual?, Lea por favor no seas ridícula. — dijo apáticamente.

— ¿Contacto visual? ¿A eso le llamas contacto visual? ¡Que ya casi me engullían con la mirada! — explicó Lea enfadada.

— Son chicos, es normal. — bajaba la voz, aún había personas pasando por el pasillo.

— ¿Normal? ¿Qué me veían? Seguramente se burlaban de mí, por el uniforme o algo...

Sehun rodó los ojos y se pasó las manos por el rostro.

— Y no has pensado, un pequeño segundo... que tal vez les pareciste... — tomó sus hombros.

— ¿Fea? ¿Descuidada? ¿Cara de pocos amigos? — interrumpió a Sehun con múltiples respuestas para completar su oración.

— ... bonita... — agregó finalmente cuidando sus palabras.

— ¿B-bonita? — preguntó desviando su mirada hacia abajo.

— Sí, Lea, bonita. — comentó divertido.

— No, ni al caso. — se volteó y caminó hasta su salón, ignorando a Sehun que estaba detrás de ella.

Lea pasó las siguientes clases poniendo severa atención, mordisqueaba su lápiz de los nervios, sin dejar de mirar al frente. Sehun intentaba distraerla, pero ésta le soltaba buenos codazos para que parara. Eran épocas de exámenes, épocas muy estresantes para Lea, no quería ningún tipo de distracción y que unos chicos se le quedaran viendo (algo que nunca le había sucedido) no ayudaba mucho.

Siguió el descanso, el receso era de 20 minutos, Lea solía quedarse en el salón y comía algo preparado en casa, aunque traía dinero siempre, solía guardarlo no lo gastaba siempre.

— Hoy es día de sándwich al 2 x 1 — canturreó Sehun levantándose de su silla.

Lea alzó los dos pulgares simulando aprobación. Sehun rodó los ojos y la miró enfadado.

— Hoy no es día de que estés de amargada, hoy comeremos en la cafetería como gente normal, quieras o no. — sentenció.

Lea soltó un suspiro y por su voluntad se levantó para ir a la cafetería.

— Vaya, hasta que te dignas. — musitó Sehun.

— Calla que se me quitan las ganas. — replicó.

Lea y Sehun fueron a la cafetería, como era el descanso estaban muchos alumnos ahí. Se acercaron a pedir la comida del día, eran los dos sándwiches, ensalada de papa y jugo de durazno. Con las bandejas en la mano se acercaron a una de las mesas libres, dejaron todo y comenzaron a comer.

Lea observaba como Sehun comía como loco, desvió su mirada a su comida pensando en los chicos y en ese tal Suho, los nervios recorrían por su cuerpo al recordar ese momento.

— ¿No vas a comer? — preguntó Sehun con la boca llena.

Lea asintió y dio un bocado a su sandwich con apatía. Escuchaba a Sehun hablar, no prestaba realmente atención, miró hacía la puerta, entró Suho y sostuvo la puerta para sus otros amigos. En frente de Sehun y Lea había una mesa libre. «Por favor, que no se sienten ahí, por favor, por favor, por favor.» pensaba Lea.

»Vacía«| SuhoWhere stories live. Discover now