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— ¿Y a tí qué te pasa ahora? — preguntó Sehun a Lea observándola extrañamente.

Lea tardó en reaccionar y poco a poco fue borrando la pequeña sonrisa que tenía en su rostro.

— Nada, ¿que me pudiera pasar a mí? — dijo sin ánimos.

— Sonreíste más de 5 segundos, eso no es normal. ¿Quién o qué es la razón? — dijo Sehun apoyando su puño en su mejilla.

— Tu silencio era la razón, Sehun. — Lea rodó los ojos.

— Es cierto, calladito me veo más bonito. — acomodó su cabello un tanto afeminado.

— Seguramente. — dijo Lea entre dientes.

— Chicos, la profesora de deporte, nos quiere ver en la cancha, tienen 10 minutos para vestirse con su ropa deportiva. — indicó la jefa de grupo, Millie.

— No de nuevo, deporte. — Lea dejó caer su rostro entre sus manos.

— No seas ridícula... — Sehun le dio unas palmaditas en la espalda.

— Odio el deporte. — dijo con el rostro aún abajo.

— Y yo odio que no pueda mantener una conversación contigo sin que digas comentarios odiosos/sarcásticos y mira aquí estoy siendo tu mejor amigo. — Sehun espetó mientras levantaba a Lea.

— Ja ja ja. — burló Lea falsamente.

— Vamos, ve a vestirte, pedazo de floja.

Lea salió con el típico short negro con rayas blancas en los costados y blusa gris típica, fajada al short, tenis deportivos color púrpura que era lo único que le gustaba del jodido uniforme. Se hizo una coleta y salió del baño para encontrarse con Sehun. Lea caminaba sin ganas y Sehun estaba emocionado, por ver a las animadoras, por su puesto.

Entraron al campo, la maestra indicó que su pusieron en fila horizontal, realizaron algunos estiramientos para que después dejara escuchar el silbato indicando que debían de correr durante 20 minutos, como cada clase. Lea iba atrás de Sehun corrían a buen ritmo. A la segunda vuelta Lea se percató que habían 4 figuras masculinas conocidas tomando agua como si no hubiera un mañana, supuso que venían de clase de deporte, ya que también se veían algo sudados.

Lea volteó rápidamente la mirada para que nadie la viera, sobre todo Suho, se moriría de vergüenza si la veía corriendo.

— ¿Esa no es tu chic- amiga? — escuchó Lea de lejos.

— Cierra la boca. — escuchó la voz de Suho.

Lea continuó corriendo hasta alcanzar a Sehun.

— ¿Viste un muerto o que? — preguntó Sehun.

— Algo peor, Suho. — respondió.

— No de nuevo ese tipo... — rodó los ojos.

— ¿Qué hago, Sehun? — aceleró un poco el ritmo.

— ¿Quieres que pretenda ser tu novio así te deja en paz?

— Ni tu te lo crees, Sehun. Es más creíble que salga con una chica que contigo. — burló.

— ¿Acaso no soy un verdadero hombre para tí? ¿Tu oppa? — preguntó dignamente Sehun.

— Haré como que no acabas de decir eso y continuaré corriendo. — Lea aceleró el paso hasta que el tiempo por fin había terminado.

Realizaron otros ejercicios, lejos de la vista de los cuatro chicos, hasta que la maestra dió indicaciones de que fueran a bañarse. Lea forzosamente tuvo que pasar a un lado de las gradas, donde estaban los chicos.

»Vacía«| SuhoWhere stories live. Discover now