Somos tan diferentes, yo lucho, ella se da por vencido, yo sonrío, ella llora.
¿Podrá enamorarse de mí?
»No se permite adaptación o copia de esta historia«.
Jun-myeon o como su familia y amigos le apodaba, Suho, había llegado de la escuela, cansado como siempre, había estado estudiando para su examen de mañana de Historia. Paso horas después de la escuela en la biblioteca. Y como de costumbre sus padres estaban discutiendo.
Como estaban en pleno divorcio, aún vivían juntos, para "no afectar a los chicos." "Pero si con esos gritos hasta los vecinos se afectan". pensaba Suho frecuentemente.
Los gritos provenían de la cocina, no sabía sobre que discutían, pero él entró como si nada.
-Ya llegué, familia.- dijo dejando su mochila en la silla.
-¡Suho!- exclamó un niño pequeño. Era su hermano menor de 7 años, Jun-ki.
Suho lo abrazó y lo alzó como si aún fuera pequeño. Por que venga, tiene 7 años, está pesado.
-Hola...- murmuró su mamá.
-Hola.- respondió Suho.
-¿Qué tal la escuela, hijo?- preguntó su padre.
-Bien, llegué tarde debido a que tuve que quedarme a estudiar...- explicó Suho tomando asiento.
-¡No estudies!- exclamó Jun-ki. Suho solo rió y le agitó el cabello.
-Si no lo hago entonces ¿Qué haré?.-preguntó Suho riendo.
-¡Ver la TV conmigo siempre!- exclamó su hermano alegre. Suho rió de ternura.
Suho cenó con sus padres en silencio, era común de que discutieran y no se hablaran después. Estaba acostumbrado a la falta de amor que se tenían, lo que le enfurecía por dentro, es que lo demostraran en frente de su hermano menor, por lo menos podrían llevarse bien.
Suho terminó de cenar y subió a tomar una ducha larga y cálida, después de esto salió con una toalla rodeada en su cadera, mientras secaba su cabello. Entró a su habitación, se puso pijamas, camisa de su banda favorita y un pantalón de pijama color café.
Café, era su color preferido, extrañamente le parecía el color más pacífico, el que le daba estabilidad y seguridad. Ésto era lo que más quisiera en su familia. Lo único que pedía era felicidad para su hermano Jun-ki y él.
Después de lavar sus dientes, Suho fue a su habitación, se sentó en su escritorió en frente de su ventana, para continuar estudiando. A los minutos tocaron la puerta.
-¿Sí?- preguntó Suho.
-¡Soy yo, Jun-ki! ¡Abre que quema!- exclamó Jun-ki detrás de la puerta.
Suho se apresuró a abrir asustado, por suerte solo era Jun-ki con una taza de té.
-Es para tí...- dijo mirándolo con una sonrisa.
-Gracias, pequeño...- dijo agitando su cabello y tomando el té. Suho se acercó a su escritorio a dejarlo y su hermano cerró la puerta y lo siguió.
-¿Qué estudias?- preguntó Jun-ki mirando los libros y cuadernos de Suho. Historia y más historia.
-Es historia, Ki.- explicó Suho mostrándole los libros y tomó un sorbo de té.
-¿Historia? ¿Por qué estudiarla?- preguntó el menor.
-Para conocer los hechos, la vida de los ancestros, sus costumbres, tradiciones, relata eventos importantes...- explicó Suho.
-Pero...- interrumpió Jun-ki. ¿Qué no sería mejor estudiar el futuro,así conocemos como serán los robots, carros voladores...?- agregó. Suho le prestaba mucha atención.
-Eso suena muy interesante... pero como es el futuro... ¿Cómo sabremos si habrán robots si aún no sucede?- agregó Suho.
-Vaya, Suho, que inteligente... por eres mi hermano favorito...- dijo Jun-ki mientras lo abrazaba.
-Soy tu único hermano...- dijo entre risas Suho siguiendo con el abrazo.
Suho continuó estudiando, hasta quedarse dormido.
Ahora, es curioso conocer como alguien que tiene su vida tan inestable, puede ser tan feliz con los pequeños detalles que la vida le regala.
...
Bello, tu patrón, Suho.💓💓💓
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