Había pasado una semana desde lo ocurrido con Sebastian y no e sabido de él, al parecer si que le a molestado lo de aquél tipo.
Tomo mi celular, las siete en punto, es domingo y hoy mi hermana llega de su largo año en Londres y me llena de alegría saber que unas cuantas horas estará a mi lado.
-Meli, el desayuno está servido, apresurate que tenemos que ir a recoger a Katie- grita mi mamá desde la cocina.
Me levanto de la cama y me dirijo a tomar una ducha, decido ponerme algo cómodo y lo cual me cubra bastante bien, ya que afuera hace un maldito frío horrible, tomo mi chamarra junto con un gorro y salgo de mi habitación.
-Mamá, ¿Despues de recoger a Katie piensas ir a algún lado?-
-¿Tienes planes hoy?-
-No, es sólo que se me ocurría que quizá podíamos pasar una tarde de películas como antes-
-Claro amor, sólo que después de ir al aeropuerto necesito ir de compras, no hay nada que cocinar-
-Ya veo- miro la tasa de café junto con el trozo de pan que mi madre me a dado.
La risa de mi adorada madre inunda la cocina.
-Calla y apresurate, tenemos que estar a las 9 en el aeropuerto-
Terminamos el desayuno y nos dirigimos hacía el aeropuerto, en el camino mi madre me iba haciendo tantas preguntas sobre porque no estaba Sebastian ahora y porque seguíamos molestos, le inventé tantas cosas como por ejemplo que se había molestado porque lo había estado molestando toda la tarde entera y aunque se que ella no me creyó dejo de hacerme preguntas lo cual hizo que me quedará más tranquila.
Nueve en punto y estábamos ya esperando a mi hermana, estaba emocionada así como un niño pequeño cuando vas a comprarle un juguete, hace un año que no veía a mi hermana y me a hecho muchísima falta.
-¡Meli! ¡Mamá!- gritó mi hermana, corriendo hacía nosotras.
Nosotras somos bastante unidas, desde lo ocurrido con mi padre, nosotras creamos una conexión mucho más fuerte de la que teníamos pues ahora sólo nos teníamos entre si.
Corrimos a abrazarla, se sentía tan bien estar envuelta entre las dos, mi mamá fue la primera en empezar a llorar y después le seguí yo, Katie sólo reía y nos repetía lo tan sensibles que somos y es que si algo admiro de mi hermana es lo tan fuerte que es.
-¿Sebas dónde está?- preguntó mi hermana volteando a todos lados.
-Él y yo hemos peleado, te contaré después- contesté.
Después de salir del aeropuerto, pasamos a comer ya que Katie juraba que en cualquier momento podría morir debido al hambre que sentía, también pasamos por las compras para la semana y tomamos camino a casa.
***
-Bien, cuentame porque han peleado- preguntó mi hermana sacando las cosas de su maleta.
Tomé aire y me recoste en su cama observando el techo.
-Hace una semana fuimos a una fiesta de aquellas que organiza la escuela, en la casa se armó un desastre total después de eso no vi a Sebas porque yo corrí con Desired y Emily a escondernos en la planta alta- tome aire y me acomodé, Katie prestaba atención a cada palabra que decía. -Me asomé porque se escuchaba que alguien venía mientras Emily trataba de comunicarse con Sebastian y cuando me asomé no vi nada hasta que un tipo me metió a la otra habitación que había-
-¿Te hizo algo? ¿Qué pasó?- me interrumpió Katie, haciendo sus preguntas en lo alto, puse mi mano sobre su boca pidiendo que guardará silencio.
-No me hizo nada, sólo no me dejaba salir, después de eso él se fue y yo salí a buscar a mis amigas pero ellas ya no estaban, me tocó regresarme a casa sola y más adelante unos tipos en motocicletas comenzaron a molestarme, Katie sentía que algo me pasaría pero aquel tipo de la fiesta me salvó y me trajo a casa, entonces le conté a Sebastian y se molestó por eso-
-¡Que increíble fue tu noche! Parece de aquellas que relatan en los libros- contestó mi hermana emocionada.
-Joder no es increíble me pudo haber pasado algo-
-Pero no te pasó-
-Lo sé, pero aún así-
-¿El está bueno? Ya sabes- mi hermana sonrió al terminar de hablar.
-Lo está pero es muy arrogante-
-Mmmh de acuerdo eso le quita todo-
Reímos ante el comentario de Katie y bajamos a cenar ya que mi madre nos había gritado, después de haber cenado y de ver una cuantas películas subimos a dormir; lave mis dientes y me acosté, el sueño me comenzó a ganar hasta que sentí el aire frío llenando la habitación, levanté la mirada hacía la ventana y me di cuenta de que esta seguía abierta, me senté sobre la cama al mirar hacía enfrente pude ver una silueta y comencé a gritar pero una mano tapó mi boca.
Holaaaaaaaa, tarde ya lo sé y disculpenme pero aquí está y espero les agrade, igual espero que se encuentren bien.
