Capítulo 5.

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Sebastian

Había pasado una semana desde lo ocurrido con Amelia y no podía dejar de preocuparme por ella después de lo que me dijo. Ahora sabía completamente por dónde iba a tomar camino Steven y tenía bastante miedo de que algo le pasará a mi mejor amiga, jamás tomé tan ciertas las palabras de Steven aquél día.

Y ahora más que nada sé que debo proteger a Meli, daré mi vida por ella si es necesario.

Me recoste en mi cama mirando hacía el techo, era ya de madrugada. Me coloqué los audífonos y escuché música.

***

La noche estaba fría a diferencia de las pasadas. La luna se encontraba escondida entre las nubes y las calles eran aún más solitarias de lo normal.

No era un día normal.

Meli seguía sin hablarme y yo no la había buscado, aunque de lejos siempre cuidaba de ella. Steven había estado muy cerca, incluso por lo que sé llegaron a salir. Mentiría si digo que no me importa.

Continúe con mi camino, me encontraba a mitad del bosque. ¿Que hacía ahí? Nada en realidad, sólo quería paz en mi mente. Continúe caminando y a lo lejos pude apreciar dos siluetas que por lo visto una de ellas estaba agrediendo a la otra. Me escondí detrás de un árbol, y por la poca luz que la luna daba apenas se podían apreciar los actos, pensé en alejarme pero claramente no era buena idea ya que de cualquier modo se darían cuenta de mi presencia, decidí quedarme escondido en el lugar dónde me encontraba. Observé por unos segundos, pero ya sólo había una silueta y está se encontraba a horcajadas, en una de sus manos sostenía un cuchillo y apuñalaba una y otra vez a la silueta que minutos antes se encontraba viva. Después de varias apuñaladas aquella silueta se paró y tomó camino a un lugar desconocido para mí, esperé a que no hubiera rastros de la persona y me acerqué hacía el cuerpo sin vida.

Sentí escalofríos, las manos me temblaban. Sentí el mundo caer encima de mí, me odié por ese instante. Quería ser yo quien estuviera ahí. Quería retrocede el tiempo y haber pensando mis actos, pero de nada servía lamentarme ahora pues el cuerpo sin vida de la persona que había sido mi mejor amiga desde hace bastante tiempo se encontraba en el piso completamente bañado de sangre, con el pecho desfigurado y el estómago abierto acompañado de sus intestinos en el piso. Nada había por hacer, ella estaba ahí tendida en el piso y yo por más que llorará no haría que regresará a la vida.

Amelia estaba muerta...

Ella ya no estaría más...

No volvería a abrazarla...

No volvería a oír su escandalosa risa...

Jamás volvería a verla inflar los cachetes cuando se molestara...

Jamás volvería escucharla quejarse...

Jamás volvería a ver sus minutos de drama e histeria...

Jamás se enamoraría...

Jamás sentiría los placeres de la vida...

Ella ya nunca volvería...

Y todo era gracias a mi y mis actos idiotas. Si tan solo pudiera arreglar las cosas jamás habría tocado a Sharon. Jamás habría aceptado lo que aquellos me dieron. Sinceramente jamás me habría juntado con ellos pues sólo así ella no estaría ahí.

***
3 Horas antes de lo ocurrido con Sebastian...

Steven.

Era media noche y me encontraba saliendo del bosque. La noche era fría y la única luz que se podía apreciar era gracias a la luz de la luna.

Había sido un día bastante largo y agotado. Y siempre que ocurría un día así me gustaba ir al bosque, en algunas ocasiones me gustaba visitar en el cementerio a mi hermana, pero sólo cuando era algo bastante grave en cuanto a lo emocional.

Continúe con rumbo. A lo lejos pude alcanzar a percibir unos gritos y fuertes pisadas acercarse, decidí ir a averiguar así que me escondí detrás de un árbol y la poca luz que hacía presencia me dejó ver que era una chica de quien provenían los gritos, sólo que no era una chica cualquiera pues se trataba de Amelia.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2018 ⏰

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